«A través de la mayor eficiencia y productividad de nuestras plantas, la marca Volkswagen ya está haciendo una contribución clave a los objetivos medioambientales del Grupo para el 2018. Sin embargo, vamos un paso más allá para que en 2018 la producción de nuestras plantas sea un 25% más respetuosa con el medio ambiente», explica Hubert Waltl, miembro del Consejo de Administración de Volkswagen, responsable de Producción y Logística. Teniendo en cuenta los valores anuales de 2010, se reducirán significativamente las emisiones de dióxido de carbono, el volumen de residuos, el consumo de energía en megavatios/hora por vehículo producido y el consumo de agua.
«La producción sostenible y eficiente es una clara ventaja competitiva», ha añadido Werner Neubauer, miembro del Consejo de Administración de la marca responsable de Componentes. «Con su iniciativa Think Blue Factory» Volkswagen pone en práctica una clara estrategia que otorga una mayor importancia a todas las actividades medioambientales en nuestras factorías de todo el mundo. Hemos definido nuestros ambiciosos objetivos de sostenibilidad en la producción, de forma que sean claros y comprensibles para nuestros clientes».
«Think Blue Factory» se suma al proyecto «Think Blue» de la marca e incluye medidas en el terreno de la producción de vehículos. El programa, que contempla mejoras en la eficiencia de la producción y una mayor concienciación en el uso de las fuentes de energía, está dirigido a todos los empleados de las factorías. En el futuro, los esfuerzos para reducir el consumo de energía se premiarán en la Volkswagen Energy Cup y en el día anual «Think Blue Factory».
Hace escasamente una semanas que la planta de Volkswagen en Chatanooga, Tennessee, fue la primera factoría de automóviles en recibir la certificación LEED (Liderazgo en el Diseño Energético y Medioambiental) de Platino, que confirma el cumplimiento de los requisitos más exigentes en cuanto a la producción sostenible y más respetuosa con el medio ambiente.