¿Tendría el Gobierno que bajar los impuestos de la luz?

Los futuros del mercado eléctrico anticipan que los precios seguirán elevados durante las próximas semanas

El precio de la luz continúa subiendo y alcanza máximos históricos como el de Filomena, con 94,63 euros por MWh.

Los pasados 15 de junio y 20 de julio el mercado diario eléctrico en España marcó registró niveles muy por encima de países como Francia, Alemania o Italia

De esta manera, junio apunta a la segunda factura más cara de toda la historia (el16 de junio alcanzó el tercer precio más alto de la historia en el mercado mayorista).

Gran parte de los consumidores afectados

Abril, mayo y junio se convertirán, por tanto, los meses más caros -desde el punto de vista eléctrico- de los últimos ocho años.

Las oscilaciones en el precio diario afectan a una gran parte de los consumidores, ya que la mayoría está acogida a los precios de coste.

Los consumidores a los que no les afecta esta subida de momento (a medio plazo afectará a todo el mundo) son aquellos que tienen una tarifa de precio fijo con su compañía  si bien durante el resto de los meses pueden estar pagando una tarifa más alta

Motivos por los que ha subido

El precio de los derechos de emisión de CO2 sigue al alza y el del gas se encuentra disparado en los mercados internacionales, que es donde acuden las eléctricas a comprar.

Es esta última fuente de generación es la que se usa para producir electricidad en los ciclos combinados y, una vez que están prácticamente expulsadas del sistema las térmicas de carbón, son las que marcan el último precio del sistema para fijar el coste por días y por horas.

Todo esto se da a la vez que la cotización de los derechos de CO2 (que requieren las compañías para “poder contaminar”, entre ellas las eléctricas que usan gas natural o carbón) también se mueve en máximos, por encima de los 51 euros por tonelada. Como referencia, hace un año  se situaba a poco más de 20 euros.

A esto hay que sumar una demanda creciente con la llegada de temperaturas las altas temperaturas, ya veraniegas, y el uso intensivo de los aparatos de aire acondicionado. Todo ello conforma el cóctel perfecto para que los precios sigan al alza.

Bombillas

 

Los impuestos

Otra de las causas de esta subida es la tasa del IVA, que es del 21% (una de las más altas de todos los países de Europa), a la cual se suma el Impuesto de la Electricidad, que eleva la factura eléctrica un 5,11%.

Del mismo modo existe un impuesto a la generación del 7% que pagan todas las empresas productoras.

Hasta cuándo se prevé

Los futuros del mercado eléctrico (la plataforma donde se negocian los costes del sistema a corto, medio y largo plazo) anticipan que los precios seguirán elevados durante las próximas semanas. No serán tan altos como los de estos días pero en ningún caso se prevé que bajen mucho más de los 80 euros/Mwh, según Omip, el operador donde se negocian esas referencias.

Para la próxima semana se situarán -supuestamente- en torno a los 85 euros/Mwh y, para el mes de julio, los futuros marcan referencias en los 87 euros. Solo en algunas jornadas de fin de semana se prevén caídas, y no será hasta el próximo año cuando los inversores anticipan unos costes más moderados en el precio de la electricidad.

Es importante resaltar que en la serie histórica para un mes de junio, lo normal es estar pagando por debajo de 50€ Mwh.

Medidas del Gobierno ante esta situación

Ante esta situación, desde el Gobierno, y en concreto la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, no ha descartado suspender algunos de los impuestos que gravan el suministro eléctrico ya que sin duda es el propio Gobierno el que está aumentando de forma importante su recaudación al cobrar la tasa por contaminar más cara que nunca  (derechos de emisión de Co2), impuesto a la generación y, finalmente, cobrando al cliente final un impuesto especial como es el eléctrico así como el IVA más caro de entre los posibles. 

El porcentaje de lo recaudado también aumenta

Esto ocurrió en 2018, año en el que se produjo una subida de precios y se suspendió, durante seis meses, el impuesto del 7% a la generación eléctrica.

También se desactivó el «céntimo verde» para los combustibles destinados a producción eléctrica con el objetivo de reducir la factura final del consumidor.

Todas estas medidas, de producirse, serían, según el Gobierno, excepcionales y puntuales, pero ayudarían a que la factura del consumidor final no fuera tan elevada.

El Mundo Ecológico / Antonio Picazo, CEO de Gana Energía

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