BLOOM revela los resultados chocantes de su estudio sobre los cabilderos sobre el atún tropical
La asociación Bloom continúa con su investigación en el opaco mundo de la pesca del atún y revela los resultados chocantes de un estudio sobre los cabilderos en el seno de las delegaciones oficiales durante veinte años de negociaciones sobre el atún tropical, entre 2002 y 2022.
Bloom ha llevado un análisis exhaustivo de todas las delegaciones de negociación formadas por la Unión Europea en materia pesquera. Éstas, en nombre de 447 millones de ciudadanos, negocia los derechos y condiciones de pesca de flotas europeas con los países de África y del océano Índico.
The pillaging of African waters: ground-breaking revelations on European tuna lobbies
Por primera vez y mediante cifras, se arroja a luz sobre la dominación aplastante de los lobbies industriales en el seno de la representación pública.
Para tener una perspectiva acerca del consumo de atún por habitante en España se sitúa en tres kilos anuales, seis veces más que la media mundial (0,48 kilos por persona), según datos difundidos por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Además, el atún es la conserva más consumida por los españoles (66%).
No cabe duda de que España es una potencia en materia de pesca y en transformación conservera, significa que es una industria muy potente y que juega un papel fundamental en el tablero pesquero mundial.
Según el estudio “Radiografía del consumidor responsable”, realizado en 2021 por Rianxeira, para 8 de cada 10 españoles es importante que la materia prima de sus conservas provenga de fuentes de pesca sostenible certificadas.
Otro de los datos muy llamativos es que el 78% ha dejado de comprar un producto por la falta de transparencia en su envase. El precio, la procedencia y la información nutricional son las tres claves a la hora de adquirir productos procedentes del mar.
El aplastamiento de los países del Sur por la unión europea
Sin embargo, volviendo a lo datos arrojados en el informe de Bloom, lejos de respetar los objetivos de cooperación y durabilidad de la CAOI, la Unión Europea, mediante una flagrante connivencia generalizada con sus flotas de pesca industriales francesas y españolas ayudan a aumentar la sobreexplotación de poblaciones de peces, la degradación del clima y la salud del océano Índico.
Para mayor gravedad, el análisis de 2.778 negociadores de las delegaciones de 30 países demuestra que desde que en 2015 los países vecinos exigieron un reparto más equitativo de recursos y la implementación de medidas de protección medioambiental.
Tras esto, la Unión Europea duplicó repentinamente el tamaño de sus delegaciones de 22 personas antes de 2015 a una media de 40 personas. Aquello con el fin de obstruir toda forma de progreso ecológico y emancipación económica de los países del Sur.
Una duplicación de los lobbies en las delegaciones oficiales
Este aumento de tamaño medio de la delegación europea va acompañado de una explosión en el número anual de cabilderos en su seno. Los defensores de intereses industriales han pasado de una media de 8 lobistas hasta 2015 a 18 desde entonces.
Estas cifras ponen de manifiesto el tamaño desproporcionado de las delegaciones europeas y el peso de sus industriales. Ya que la Unión Europea sólo tiene 109 buques registrados en el océano Índico, entre ellos 28 atuneros cerqueros muy grandes (eslora media: 89,2 m)
La Unión Europea envía ahora un delegado a las reuniones de la CAOI por cada dos buques pesqueros europeos. Esta cifra es diez veces superior a la de Indonesia, la segunda mayor delegación.
El lobista más conocido se vuelve «sustituto» oficial de Francia
En un clímax de confusión entre interés general y intereses sectoriales, se descubrió incluso que en 2019 el representante de los mayores navíos industriales franceses era oficialmente el «sustituto» de las autoridades públicas.
Marc Ghiglia, delegado general del poderoso y omnipresente lobby industrial UAPF (Unión de Armadores Pesqueros de Francia) aparece como «sustituto» del jefe de la delegación francesa ante la CAOI, D.ª Anne-France Mattlet. Es decir, la persona cuyo conflicto de intereses se denunció ante la Fiscalía con la asociación Anticor el 14 de noviembre de 2022.
La Fiscalía Nacional Financiera anunció a principios de diciembre que abría una investigación preliminar por apropiación indebida de intereses en relación con esta administradora de asuntos marítimos que fue destinada por Francia al lobby Europêche por un periodo de un año con el fin de destruir la norma medioambiental europea.
Europêche, cuyo vicepresidente no es otro que el Sr. Ghiglia y está dirigido por el lobista español Javier Garat, accionista y miembro del consejo de administración de una de las flotas atuneras más grandes de Europa. Se trata de Albacora, poseedora de los cuatro atuneros más grandes del mundo.
El chantaje antiecológico de la UE en África
La Unión Europea bloquea las propuestas de países africanos para luchar contra la proliferación de «dispositivos de concentración de peces» (DCP). Su uso por los pescadores franceses y españoles se ha disparado con fuerza en los últimos años.
Estas balsas artificiales desplegadas a gran escala pero en total opacidad contribuyen no solo al colapso de poblaciones de atún, sino también al de todas las especies marinas.
Como era de esperar, la Unión Europea, monopolizada por los lobbies industriales, también se opone a la transparencia de datos relativos a los DCP. Esto, independientemente de que versen sobre su cantidad, su geolocalización o sus dueños.
Además, la Unión Europea se niega a aceptar las prohibiciones (temporales o espaciales) de los DCP en el océano Índico. Allí las poblaciones de atún están en peor estado, aunque tales vedas existen en todas las demás organizaciones de gestión de atún en las que opera la UE.
Las incoherencias de la EU
Las cerqueros atuneros franceses y españoles capturan ya más de 90 % de sus volúmenes gracias a los DCP. El 97 % de las albacoras —una especie considerada sobreexplotada desde 2015— capturadas en el entorno de los DCP son alevines y, por lo tanto, nunca se han reproducido.
La postura de la UE que se destaca en este informe va más allá de las «incoherencias» tradicionales que caracterizan los objetivos contrapuestos de ayuda al desarrollo frente a la maximización de beneficios comerciales.
A través de este documento, se denuncia una estrategia bien planificada por la UE y sus grupos de presión industriales. Esta estrategia condena a las naciones de África y del océano Índico a seguir siendo economías de subsistencia.
Peor aún, con este documento se denuncia la posición inaceptable de la UE al utilizar la suspensión de fondos de ayuda al desarrollo. La UE amenaza con estos fondos para impedir el progreso medioambiental.
La UE en contradicción con sus objetivos de ayuda al desarrollo
BLOOM se opone frontalmente a la malsana connivencia que existe entre autoridades públicas y lobbies privados. Sin duda, esta es una de las causas principales de la destrucción del medioambiente, del desequilibrio económico entre naciones y de la desconfianza en la democracia.
Superar la corrupción moral e institucional es posible. Las delegaciones atuneras no están restringidas por las reglas de la CAOI o de la UE. Esto porque los Estados miembros cuentan con la facultad de determinar su composición.
No obstante, el estudio y el QatarGate, que sacudió el Parlamento Europeo y que la policía federal belga reveló a partir de una investigación sobre la corrupción en el sector de la pesca demuestran la urgente necesidad de adoptar normas éticas para poner fin al daño que están ocasionando los intereses industriales a la democracia.
Los grupos de presión no son ineludibles
El «TunaGate» plantea la cuestión de hacia qué modelo queremos avanzar. Para empezar, las autoridades públicas que representan al medioambiente deberían dirigir todas las negociaciones y los procesos reglamentarios que impliquen a los recursos naturales. El objetivo se llevaría a cabo con transparencia y rendición de cuentas.
Todo plan de explotación debería sopesar los beneficios sociales sin dejar de minimizar su impacto medioambiental. Los países africanos deben aprovechar la oportunidad de remodelar el acceso a sus propios recursos. Hasta ahora solo ha beneficiado a minoristas y conglomerados industriales de Europa y otros países desarrollados.
BLOOM envió a la Comisión atunera del océano Índico un correo para pedirle que adopte normas éticas que prohíban a los industriales formar parte de las delegaciones oficiales de los países negociadores, que garanticen una mejor representación del interés general y que aseguren un equilibrio en el tamaño de las delegaciones.
Además, BLOOM ha solicitado a la Comisión Europea, a Francia y a España que adopten normas estrictas que permitan poner fin a la mezcla de géneros que conduce a la destrucción de la naturaleza, del clima y de las economías del Sur.
Asimismo, en virtud del derecho de acceso a los datos públicos con total transparencia, la identidad de todos los miembros que participaron en las delegaciones negociadoras de acuerdos de pesca para todos los países de África y del océano Índico.
Entrevista en Cadena SER
Para conocer más sobre este asunto, en nuestro espacio radiofónico de ecología en SER Madrid Norte y SER Madrid Sur, hablamos con Jasmina Peri, Responsable de Mecenazgo de Bloom. Contesta a las preguntas de Nacho López Llandres, director del programa Hoy por hoy, y de Antonio Quilis, director de El Mundo Ecológico.
El Mundo Ecológico / BLOOM