La funeraria Áltima apuesta por el uso de coches más limpios e inicia un plan de renovación que se completará en 2024
Áltima acaba de incorporar los primeros vehículos 100 % eléctricos de gran autonomía. Con el objetivo de emplear únicamente esta energía limpia, la empresa quiere renovar en los próximos tres años la totalidad de su flota, que comprende coches fúnebres y comerciales, furgonetas para los traslados dentro de los cementerios y ambulancias de recogida.
La compañía, que presta servicio en las provincias de Barcelona, Girona y Tarragona, es la primera funeraria de Cataluña en dar este paso, en línea con su firme compromiso por la sostenibilidad y el medio ambiente.
Estrategia global basada en la sostenibilidad
Para Josep Ventura, director general de Servicios Funerarios de Áltima, «la apuesta de nuestra compañía por este tipo de vehículos parte de nuestra estrategia global basada en la sostenibilidad».
«Somos muy conscientes de que hay que actuar ante la emergencia climática, y todos los gestos que podamos hacer en beneficio del entorno y las personas son importantes».
«Es un reto que ya iniciamos adquiriendo algunos modelos eléctricos de autonomía limitada hace más de diez años, y que ahora queremos consolidar con unidades de gran autonomía, en un momento en el que el mercado ya dispone de vehículos con estas características».
Misma calidad y más sostenible
En esta primera fase del plan, Áltima ha adquirido diez vehículos eléctricos que ya están operando en los tanatorios que gestiona en las comarcas del Baix Llobregat y el Barcelonès.
Como empresa que presta un servicio esencial a la sociedad, desde Áltima «queremos asumir el compromiso de reducir al mínimo el impacto ambiental de nuestra actividad en todos los municipios donde operamos, en beneficio de la sociedad y de todo el entorno en general».
«Siempre manteniendo la misma calidad de servicio hacia las familias, siendo a la vez más sostenibles», añade José Ventura.
Lumen eléctricos
Los dos modelos de vehículos fúnebres adquiridos por Áltima que funcionan exclusivamente con energía eléctrica son el Lumen y el Atys. Por un lado, el proyecto Lumen que ahora ve la luz, representa la tercera generación de coches fúnebres eléctricos.
Comenzó a desarrollarse en 2019, a raíz de la colaboración conjunta de Áltima y Bergadana, a partir del modelo Nissan Leaf E +. Tiene una autonomía de 385 kilómetros y dispone de una batería de 62 kWh, además de incorporar todas las ayudas a la conducción.
Áltima ha apostado también por el Atys eléctrico, un vehículo fúnebre de doble capacidad, desarrollado a partir de la nueva generación de furgonetas eVito 129 Tourer Pro eléctricas de Mercedes-Benz.
Atys eléctrico
Cuenta con una autonomía de 421 kilómetros y una batería de 90 kWh. También incorpora todas las ayudas a la conducción. «Nuestro objetivo es que en 2024 podamos disponer de una flota de vehículos fúnebres para los servicios locales 100 % eléctrica», afirma Jaume Echaurren, director de Operaciones Funerarias y Compras de Áltima y responsable del proyecto.
Además de los coches fúnebres, Áltima ha iniciado la renovación de las ambulancias de recogida, basadas también en el modelo eVito 129 Tourer Pro de Mercedes-Benz.
Los vehículos para traslado dentro de los cementerios, desarrollados sobre el modelo e-Kangoo, con una autonomía de 100 km, y de los coches para el personal del área Comercial, del modelo Zoe 80 kW de Renault, con una batería de 40 kWh y una autonomía de 313 km.
Un total de 70 unidades eléctricas
Cuando finalice el plan de renovación de la flota, dentro de tres años, Áltima dispondrá de un total de 70 unidades eléctricas: 36 de vehículos fúnebres, 10 de ambulancias de recogida, 3 para servicios dentro de los cementerios y 21 de comerciales.
Los vehículos se distribuirán en todos los tanatorios y cementerios de las comarcas donde la empresa presta servicio: Barcelonès, Baix Llobregat, Vallès Occidental, Bages, Garraf, Alt y Baix Penedès, Alt Camp, Alt Empordà, Ripollès y Gironès.
Una renovación en red
Para poder materializar el proyecto hacia una flota 100 % sostenible, Áltima prevé la instalación de 70 puntos de recarga, repartidos entre toda la red de centros de la compañía.
Los primeros tanatorios en contar con estos equipamientos para la recarga de los nuevos vehículos eléctricos son el de Sant Boi de Llobregat, Sant Joan Despí y Hospitalet Ronda.
Como puntualiza Jaume Echaurren, «tanto la renovación de la flota local como la incorporación de nuevos puntos de recarga se irá haciendo paulatinamente en cada centro». De hecho, desde hace diez años, Áltima ya dispone de puntos de carga públicos en los aparcamientos del tanatorios.
Asimismo, teniendo en cuenta que gran parte de la energía eléctrica con la que se abastece la nueva flota proviene de fuentes renovables, «el impacto en el medio ambiente que logramos con este proyecto es muy claro: reducimos tanto las emisiones de CO2 así como la contaminación acústica en todas las poblaciones donde operamos».
Pionera en l’ús de vehicles sostenibles
Desde los inicios, Áltima ha sido firmemente implicada en la protección del medio ambiente y la sostenibilidad. En este sentido, en el año 2009 ya apostó por el modelo ION, un vehículo fúnebre eléctrico, pensado únicamente para el espacio interno de los cementerios, ya que contaba con una autonomía limitada.
A raíz de esta primera experiencia, se planteó la posibilidad de desarrollar una unidad propiamente para los servicios funerarios. Así, en el año 2013 surgió el e-Moon, un modelo adaptado para llevar a cabo todas las acciones de un coche fúnebre, pero todavía con poca autonomía eléctrica (entre 120 y 170 km).
Desde entonces, Áltima ha seguido atenta a las tendencias del mercado y a la evolución de los vehículos eléctricos. «Es por eso que, actualmente, podemos contar con las primeras unidades eléctricas con suficiente autonomía (300 km) para prestar los servicios funerarios diarios de ámbito local con todas las garantías», concreta Jaume Echaurren.
El Mundo Ecológico / Áltima