Falta de acción de la sociedad internacional contra el calentamiento global
El éxito del documental de Davis Guggenheim “Una verdad incómoda” (2006), ganador de dos premios académicos a Mejor Largometraje Documental, fue considerado un despertar de la conciencia del público internacional sobre el calentamiento global.
Después del lanzamiento de este documental, los medios de comunicación han estado hablando más sobre el cambio climático y la importancia de tomar medidas globales. Este tema es especialmente relevante en la actualidad dado que cada vez más se experimentan algunas de las consecuencias provocadas por los cambios de temperatura.
La prensa anuncia que el mundo se encuentra en una emergencia climática, en un contexto donde es necesario actuar con rapidez. Se cubren eventos actuales, como las altas olas de calor que azotaron Europa en 2022 o el último huracán de Florida, que fue el más mortífero en azotar el estado desde 1935.
Las consecuencias políticas que generará el cambio climático no son temas frecuentes en los medios de comunicación, como la actuación de los estados sobre la inmigración que se producirá por los cambios de temperatura, o cómo la subida del nivel del agua modificará el mapa político que hoy en día se conoce y la normativa internacional de fronteras.
Aumento de emisiones desde el acuerdo de París
Algunos medios advierten sobre la importancia de tomar decisiones globales, y la necesidad de modificar el modelo económico de todos los países. La revista “The Economist” en su edición del 5 de noviembre de 2022, anima a los países más ricos a invertir en la transición energética de los países en desarrollo ya que ellos también producen muchas emisiones de gases de efecto invernadero.
Existe una carrera internacional hacia la transición energética, con la necesidad de eliminar la dependencia de los combustibles. Sin embargo, uno de los mayores obstáculos en la transición energética es que no puede ser instantánea, el mundo sigue teniendo una gran dependencia sobre las energías no renovables.
Las Naciones Unidas, a través de Conferencias sobre cambio climático, ha ayudado a generar una opinión pública internacional a través de encuentros anuales donde más de 190 países se reúnen para discutir las medidas que se deben tomar para evitar el calentamiento global. Esta iniciativa nació en 1992, conocida como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
La comunidad internacional se ha fijado objetivos sin un plan realista para alcanzarlos. Uno de los mayores fracasos de estas reuniones se produjo en el acuerdo de París en la COP21 de 2015, donde el objetivo era limitar el aumento medio de la temperatura global a 1,5 °C.
Un mundo con un aumento de 2°C
Un gran porcentaje de la comunidad científica no encuentra este objetivo alcanzable, dado que desde el acuerdo de París las emisiones producidas han aumentado considerablemente. En 2018, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) en un informe con 6.000 referencias científicas, dijo que para alcanzar la meta de 1,5°C, es necesario lograr cero emisiones a la mitad del siglo. “NETO CERO AL 2050”.
El informe también afirma que limitar el calentamiento global a 1,5 °C en lugar de 2 °C reduciría considerablemente el impacto sobre los ecosistemas y la salud humana. El mundo podría enfrentar un aumento de 2 °C, sin embargo, esta cifra sería una sentencia de muerte para algunas regiones, algunas personas perderían sus hogares, el nivel del mar aumentaría y el hielo marino del Ártico disminuiría.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) anunció que en el año 2100, la temperatura será de 2,8°C con las políticas actuales. Se ha intentado mantener el objetivo de 1,5 °C en la COP26 y la COP2, sin embargo, para muchos científicos, este objetivo ha muerto.
Según el IPCC, diez años con las emisiones de dióxido de carbono al “índice actual” serían suficientes para perder el objetivo de 1,5 °C. Ahora el mundo está 1,2 °C más caliente que en la época preindustrial. El mundo en general enfrenta más inundaciones, incendios forestales y tormentas.
Para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero es necesario invertir más en nuevas energías. Asimismo, los países desarrollados deberían prestar más atención a los países en desarrollo, dado que vivimos en una sociedad internacional global, si los países en desarrollo fallan en la transición energética, traerá consecuencias a nivel mundial, como un efecto mariposa.
Esteban Varon / El Mundo Ecológico