Los desastres climáticos sufridos empujan a la ciudad a cambiar su sistema de producción de electricidad y a reducir emisiones
Ciudadano, quiero que pagues menos por la energía que consumas y lo conseguiré apostando por las renovables. Parece ciencia ficción, pero es lo que se proponen las autoridades del estado de Nueva York.
Los neoyorquinos utilizarán más energía renovable para hacer funcionar sus hogares y sus facturas por los servicios públicos recibidos estarán entre los más bajos de los Estados Unidos gracias al plan estatal a largo plazo publicado recientemente por las autoridades del estado.
Uno de los grandes motivos para activar este plan se expone abiertamente en la introducción del informe haciendo mención a las embestidas climáticas sufridas a raíz de las embestidas meteorológicas de los huracanes Irene y Katrina que sufrió el estado y la ciudad. Conscientes de las grandes pérdidas ocasionadas y de la necesidad de actuar contra el cambio climático era una cuestión más allá de la política se activaron las medidas para sacar los volúmenes que describen la estrategia a seguir para abordar este ambicioso objetivo.
El plan ideado podría determinar la dirección que tomará el sector de energía del estado durante las próximas décadas y necesitar miles de millones de dólares de inversión en este capítulo. Algunas de las iniciativas para conseguir este objetivo ya tiene formalizada la idea, como por ejemplo la creación del Green Bank. Un “banco verde” con 1.000 millones de dólares destinados a la inversión en el sector privado para impulsar el desarrollo de energías alternativas. El dinero será destinado para la expansión de la energía solar, eólica, bioenergía, geotérmica y de las fuentes de energía hidrocinética.
La propuesta del estado de Nueva York, que llega con casi dos años de retraso, exige una reducción de las emisiones de carbono del sector energético en un 50 por ciento para 2030. El plan prevé, entre otras muchas acciones, cambiar los códigos de construcción para aumentar la eficiencia energética e incentivar el autoconsumo e incluso vender la energía al resto de la red.
Sin embargo, el plan estatal de energía pide «la ampliación del acceso al gas natural» y una menor dependencia del petróleo altas emisiones lo que puede dejar la puerta abierta al fracking. Sin embargo, si medimos los neoyorquinos por su conciencia ecológica, un buen ejemplo sería Long Island, la zona geográfica de Estados unidos donde más rápidamente creció el mercado de la fotovoltaica residencial.
Todo está pensado, incluso el almacenamiento de energía en red proveniente de las renovables para llegar a sobrevivir a los cortes eléctricos durante las emergencias y los desastres. De esta manera más ciudadanos serán capaces de operar fuera de la red si se cae.
Nada se deja al azar. El plan recomienda a las autoridades educativas aumentar las clases de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas para que los estudiantes se preparen y puedan abordar su plan de carrera enfocado a las tecnologías limpias.
Durante los próximos 2 meses los ciudadanos pueden dejar comentarios públicos y sus apreciaciones para que sean tenidas en cuenta. Más energía, más renovable y más barata es lo que les espera si el plan es aprobado en la primavera.
El Mundo Ecológico