200 organizaciones europeas demandan al Consejo Europeo de Medio Ambiente
Los denominados impulsores genéticos permiten propagar en las poblaciones silvestres genes introducidos en el laboratorio (transgenes) que burlan las leyes de la herencia biológica y se transmiten a toda su descendencia.
Dichos impulsores genéticos pueden ser utilizados para modificar genéticamente una especie silvestre, sustituirla o incluso erradicarla.
A diferencia de los transgénicos que conocíamos hasta ahora, donde primaba su aislamiento de especies no modificadas para evitar la contaminación genética, los organismos con impulsores genéticos están expresamente diseñados para “impulsar” un gen en una población a una velocidad por encima de lo que marcan las leyes naturales.
En pocas generaciones se pretenden modificar genéticamente poblaciones silvestres enteras o erradicarlas. Por ejemplo, a día de hoy la compañía biotecnológica OXITEC ya está modificando en el laboratorio mosquitos considerados plaga para que en pocas generaciones toda su descendencia sea estéril, provocando la extinción de la especie.
Una acción arriesgada e irreversible
Por ello, Ecologistas en Acción señala que la liberación de organismos con impulsores genéticos es tremendamente arriesgada e irreversible. La eliminación deliberada de cualquier especie supone además una amenaza para la estabilidad de ecosistemas enteros.
Ante esta situación, la organización ecologista se suma a más de 200 organizaciones en todo el mundo que están reclamando una moratoria a la liberación de este tipo de organismos, hasta que se establezcan normas vinculantes globalmente para los siguientes riesgos y cuestiones:
Según los conocimientos actuales, resulta imposible poner límites a la propagación de organismos con impulsores genéticos, ni recuperarlos una vez liberados. Incluso las pruebas en laboratorio entrañan riesgos.
Ingeniería genética propensa a errores
Las herramientas utilizadas en ingeniería genética son propensas al error. Es probable que se produzcan efectos imprevistos a nivel genético. Es complicado, y a menudo imposible, prever todos los efectos ecológicos. No es posible prever los cambios que tendrán lugar en las cadenas tróficas a raíz de la desaparición de una especie.
Teniendo en cuenta las repercusiones de gran alcance y las cuestiones técnicas, ecológicas, éticas, culturales, sociales y regulatorias que plantea, sería preciso realizar una evaluación comprensiva de la tecnología antes de liberar organismos con impulsores genéticos en el medio ambiente.
Todavía no se ha regulado internacionalmente cómo limitar el posible peligro planteado por la utilización de impulsores genéticos como armas biológicas. La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) es uno de los principales financiadores de la investigación sobre impulsores genéticos.
En el hipotético caso de que los organismos con impulsores genéticos puedan propagarse por todo el mundo, es preciso clarificar a quién se permitirá decidir si se les libera. Es preciso disponer de un organismo y un mecanismo de toma de decisiones a nivel global donde esto pueda hacerse.
Petición ciudadana a favor de una moratoria
El Parlamento Europeo ha solicitado a la Comisión y a los Estados miembro que declaren una moratoria global a la liberación en el medio de organismos con impulsores genéticos. Sin embargo, esta decisión del Parlamento no es suficiente.
Ecologistas en Acción se ha sumado a la petición ciudadana al Consejo Europeo de Medio Ambiente para que adopten una postura firme a favor de una moratoria en el seno del Convenio de Biodiversidad.
Diego Bárcena, portavoz de Ecologistas en Acción, ha declarado: “No puede permitirse que el afán de lucro de la industria biotecnológica prevalezca sobre la necesaria cautela en el desarrollo de impulsores genéticos. Las incertidumbres y riesgos asociados a esta tecnología no tienen precedentes y exigen una aplicación rigurosa del principio de precaución.”
El Mundo Ecológico / Ecologistas en Acción