Se han reducido de 3,6 a 1,4 al año gracias a la la transformación de las tierras degradadas en tierras sanas con la ayuda de World Vision
Según la ONU, 2.600 millones de personas dependen de la agricultura. Sin embargo, el 52% de la tierra utilizada para ese fin está afectada por la degradación del suelo.
Evitar y revertir la pérdida de la tierra productiva es un objetivo fundamental del trabajo de World Vision que este mes ha sido reconocido con el premio Energy Globe Award 2020, el premio medioambiental más importante del mundo, por la destacada contribución a la restauración del medio ambiente de World Vision Etiopía.
Assefa Tofu, director del “Programa de Desarrollo de las Tierras Áridas» en Etiopía, no quiso aceptar que alrededor de una cuarta parte de la superficie terrestre, en particular la de África, había quedado desierta e infértil y comenzó a reconstruir el paisaje destruido plantando árboles. Su trabajo y el de todo el equipo, ha sido reconocido con este prestigioso premio compitiendo con 2.000 proyectos de 180 países de todo el mundo.
Recuperadas 50.000 hectáreas de tierras sin fruto
«Mi propia educación rural me atrajo hacia la gestión medioambiental, la mejora de la agricultura y el bienestar de los niños. Descubrí que muchas comunidades rurales se enfrentaban a la inseguridad alimentaria y nutricional y se veían limitadas por el aumento de la pobreza debido a un entorno natural degradado y a la escasa integración del apoyo de los proveedores de servicios», dice Assefa Tofu, director del Programa de Desarrollo de Tierras Áridas.
En 2013, el equipo inició la campaña «DryDev». Hasta ahora han participado unos 60.000 agricultores y se han recuperado unas 50.000 hectáreas de tierras sin frutos gracias a la restauración de la vegetación y la extracción de agua, a las semillas mejoradas y a la formación de los agricultores. Los llamados meses de hambruna se han reducido de 3,6 a 1,4 al año.
World Vision puso en marcha el “Programa de Desarrollo de las Tierras Áridas” en las regiones de Tigray y Oromía entre 2013 y 2019 con el fin de contribuir a que los pequeños agricultores de las zonas áridas pasasen de la agricultura de subsistencia y la ayuda de emergencia, al desarrollo rural sostenible.
La historia de Guye y de Girmay
Guye, es madre de tres hijos y miembro de la cooperativa de riego Lega Defa en Oromía, organizada con el apoyo del Proyecto de Tierras Áridas. Guye produce cultivos comerciales como cebollas, coles, tomates y maíz, tres veces al año.
Compró una motocicleta para realizar el transporte local que le permite ganar 90 dólares al mes y ha ahorrado ya unos 3.000 dólares. «Hace unos años me resultaba muy difícil dar de comer a mis hijos, comprar material escolar y ropa. Hoy estas cosas son las más sencillas de ofrecerles. Las preocupaciones del pasado han desaparecido», afirma Guye.
»Actualmente ganamos 240 dólares mensuales con la venta de leche y mantequilla. Tengo tres vacas valoradas en 3.800 dólares como activo», dice Girmay, que es miembro de una Asociación de Ahorro y Préstamo de la aldea en la región de Tigray.
El principal desafío en el cambio climático
«El impacto adverso del clima sigue siendo el principal desafío en el mundo. En 2019, más de 23 millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares debido a los desastres relacionados con el clima. El cambio climático podría empujar a más de 100 millones de personas adicionales a la pobreza para 2030».
«Como organización centrada en la infancia, World Vision ha estado aplicando enfoques comunitarios respetuosos con el medio ambiente para lograr una transformación sostenible en las vidas y los medios de vida de los niños y niñas más vulnerables».
«En este sentido, hemos logrado enormes resultados a través del “Programa de Desarrollo de las Tierras Áridas”. Hemos visto duplicarse los ingresos medios por hogar hasta alcanzar los 1.286 dólares anuales», afirma Edward Brown, director de World Vision Etiopía.
El Mundo Ecológico / World Vision