Aumento del nivel del agua, inundaciones y huracanes en el estado donde brilla el sol
El estado de Florida en los Estados Unidos, atrae diariamente americanos de otros puntos del país, además de extranjeros y empresarios, gracias a su crecimiento y a las regulaciones económicas que ofrece, como por ejemplo el no cobrar el impuesto sobre la renta.
Sin embargo, el gobierno republicano carece de fuertes y efectivas medidas medioambientales.
A pesar del crecimiento económico y cultural del estado sureño, muchos ciudadanos no reconocen las consecuencias que puede traer el cambio climático en la que, probablemente, es la zona del país más vulnerable por el aumento del nivel del agua, inundaciones, tormentas tropicales y huracanes.
Según Katherine Hagemann, jefa de Adaptación Climática del condado de Miami Dade, «hay más fuentes de inundación que el aumento del nivel del mar». Para los ciudadanos de Miami no es una novedad que el agua haya subido 30 centímetros durante el último siglo en Florida, ni que esto pudiera traer graves consecuencias a largo plazo.
Se prevé que para el 2060 el nivel del agua aumentará 60 centímetros, sin embargo, hay otra gran preocupación. Miami, el centro económico de Florida, está apoyada sobre piedra caliza porosa, por donde el agua se absorbe y se puede filtrar en las ciudades, generando inundaciones adicionales a las causadas por las tormentas.
Ríos en las calles de Miami
Alex, la primera tormenta tropical de la temporada, ha llegado al condado de Miami el 4 de junio, con lluvias de 25 centímetros que dejaron alrededor de 100 coches flotando entre ríos de agua en las calles de Miami. Los conductores tuvieron que abandonar sus vehículos y los bomberos intervinieron rescatando a los civiles que no podían escapar.
El Centro Nacional de Huracanes en Miami detectó la tormenta y anunció prontamente el inicio de la temporada de huracanes en el Atlántico. El mes pasado, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) pronosticó un año inusual, con la posibilidad de que se produzca entre tres a seis huracanes de categoría 3 o más.
Estos fenómenos climáticos se producen durante el verano debido a las temperaturas extremas generadas por el calentamiento global. El Atlántico en su reciente historia, ha tenido huracanes mortales de categoría 5, como Michael en el 2018 e Irma y María en el 2017.
¿Cuál es la posición del gobierno de Florida?
El gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, quien planea postularse como presidente de USA en las elecciones de 2024, y cuenta ya con el voto del multimillonario Elon Musk, ha invertido cientos de millones de dólares del presupuesto federal para mejorar las condiciones medioambientales. Sin embargo, el estado necesita mucho más.
Frente a los $1,2 mil millones de inversión aprobados por Ron DeSantis, serían necesarios $76 mil millones para el 2040, que permitan crear medidas más eficientes contra las emisiones globales, el aumento del nivel del agua, y mejorar el sistema de alcantarillado. También se tendría que replantear mejor las zonas de construcción de viviendas.
Florida ha estado en manos de republicanos desde 1999, quienes han demostrado poca seriedad frente al cambio climático; el gobernador anterior, Rick Scott, negaba esta realidad. Por otra parte, Ron DeSantis ha llegado a señalar el problema del calentamiento global como «un pretexto para hacer cosas de izquierda».
Dólares invertidos que podrían sumergirse
Cada vez más, ciudadanos con grandes capitales provenientes de estados con los impuestos más altos como New York, New Jersey y California, deciden mudarse a estados sin impuestos sobre la renta. Florida en este aspecto ha destacado, también ha sido atractiva para los inversores porque ofrece grandes viviendas de lujo frente al mar.
Los ciudadanos que invierten en viviendas ignoran las consecuencias a largo plazo del cambio climático, dado que, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR), la compra de inmuebles en Florida nunca ha sido tan alta en su historia.
Por otro lado, el aumento de habitantes y la poca oferta disponible de viviendas, está causando que muchos floridanos no puedan vivir en el estado debido al encarecimiento de los bienes raíces.
Florida recauda la mayor parte de sus ingresos fiscales de los impuestos a la propiedad, esto puede ser catastrófico cuando el nivel del agua supere los límites. Las medidas estatales no servirán de nada si no se logra reducir las emisiones para mitigar los efectos del calentamiento global. De lo contrario, los dólares invertidos podrían sumergirse.
El Mundo Ecológico / Esteban Varon