No hay nada más molesto que llegar hasta tu vehículo, mientras está aparcado, y darse cuenta de que éste ha sufrido un golpe
Un golpe ya sea de manera accidental o intencionada, y que no hayan dejado ninguna notificación para poder arreglar los desperfectos a través del seguro. La gran pregunta es, ¿qué hay que hacer en esos casos?
Algunos daños comunes que pueden ser ocasionados de manera premeditada por vándalos son la rotura de los vidrios del vehículo, la aparición de algún pinchazo en las ruedas o de ralladuras en la carrocería del automóvil.
A pesar de ser un fastidio, este tipo de desperfectos son fáciles de reparar, ya sea pintar la carrocería, cambiar las ruedas o reparar luneta térmica, por ejemplo.
Y es que este último es un daño bastante común al que hay que prestar especial atención, dadas las características de este tipo de vidrio, tal como se define a continuación.
¿Qué es la luneta térmica y para qué se utiliza?
En primer lugar, cabe destacar que se denomina luneta al vidrio que se ubica en la parte posterior del coche y que cumple las mismas funciones que el resto de vidrios estructurales del vehículo, facilitar la visibilidad del conductor durante el trayecto de circulación y funcionar a modo de soporte arquitectónico del propio automóvil.
Ahora bien, existe un tipo de lunetas, conocidas como térmicas, que además cumplen una tercera función y es que a través de las líneas horizontales que se ubican a lo largo de dicho cristal, es posible eliminar de manera rápida y sencilla el vaho, la escarcha o, incluso, el hielo del vidrio.
Pero, ¿cómo es esto posible? Muy sencillo, este tipo de lunas cuentan con un sistema de calefacción que calienta el cristal, cumpliendo las funciones previamente mencionadas.
Ahora bien, ¿qué sucede cuando un vidrio de estas características es rajado? Pues la consecuencia más común es que este se rompa por completo, dado que este tipo de lunetas están elaboradas a base de cristal templado y no laminado como es el caso del parabrisas delantero. Lo que ocurre con este tipo de material es que al sufrir un impacto, tiende a romperse en multitud de pequeños trozos, precisando de una sustitución completa del elemento en cuestión.
Pasos a seguir cuando te rajan la luneta térmica de la furgoneta
Como se comentaba anteriormente, es sumamente molesto llegar a tu furgoneta y ver que han rajado la luneta térmica. Pero es imprescindible, en momentos de este tipo, mantener la calma y seguir una serie de pasos principales de manera calmada.
En primer lugar, es sumamente importante ubicar dónde se encuentra la póliza del seguro del vehículo, para poder verificar si el mismo cubre la reparación o sustitución del vidrio dañado. Muchos seguros cuentan con una cobertura destinada a las distintas lunas de un vehículo.
Una vez verificado el apartado anterior, es momento de acudir a un centro especializado que analice el alcance del daño y valore el procedimiento a seguir. Por lo general, tal como se mencionaba anteriormente, este tipo de lunas suele precisar, cuando sufre un daño, de una sustitución completa, dado el tipo de material utilizado para su fabricación.
En ese caso, el propio taller profesional se encargará de llevar a cabo el cambio de luneta térmica, dejando la furgoneta de nuevo preparada para seguir funcionando de manera correcta.
Ahora bien, una vez solventado el problema, es importante tener en cuenta una serie de consejos de mantenimiento de este vidrio para garantizar que su vida útil sea duradera.
Se trata de un elemento sumamente sensible, no solo porque se trata de vidrio, sino que además el circuito de calefacción con el que cuenta está elaborado a base de finos filamentos que pueden romperse con facilidad, por eso se recomienda evitar colocar objetos punzantes o sencillamente puntiagudos, con el fin de evitar la rotura del sistema.
También hay que tener cuidado con colocar elementos de tela en la zona interior trasera de la furgoneta, ya que los hilos se pueden enredar ocasionando, una vez más, la rotura de dichos filamentos.
Además, es imprescindible prestar especial atención a la limpieza de dicha parte del vehículo, ya que como se ha mencionado anteriormente, es sumamente sensible.
La parte exterior de la luneta se puede limpiar fácilmente del mismo modo que se limpian el resto de vidrios del vehículo, utilizando agua con jabón y un paño. La clave está en limpiar de manera correcta los filamentos de este vidrio térmico. Para ello, se puede utilizar un paño humedecido en un producto específico para dicha zona del vehículo. Ahora bien, el truco está en elegir un paño de un material que no suele hilos, para que estos no se enganchen en los filamentos y que los movimientos para realizar la limpieza sean horizontales y bajo ningún concepto se haga de manera vertical.
¿Cómo es el procedimiento a seguir para cambiar una luneta térmica?
El proceso de sustitución de una luneta térmica es similar al que se lleva a cabo para cambiar cualquier otro tipo de parabrisas trasero. Y es que no hay más que asegurar la zona a tratar, tanto externa como internamente, para posteriormente proceder a la retirada del cristal dañado. Para ello, se quitan las juntas que sostienen el vidrio, se retira la luneta por completo y se aspiran los restos que hayan podido quedar.
Por último, para colocar la nueva luneta térmica, primero hay que aplicar una capa de pintura al marco, para posteriormente colocar el vidrio y fijarlo de nuevo con técnicas de sujeción que permitan mantener el cristal en su sitio y en perfecto estado por un largo período de tiempo.
Y ya estaría listo. Como se comentaba al principio, ver que tu furgoneta ha sufrido un desperfecto puede molestar en un primer momento, pero si el daño es una raja en la luneta térmica, tal y como se ha demostrado en el texto, se puede solventar de manera rápida y sencilla, siempre que se cuente con los profesionales adecuados.