Dos start-up gallegas premiadas por proponer soluciones para reciclar residuos marinos
Los proyectos “Ecoballution: del mar a las canchas” y “Economía Azul 4.0”, de las start-ups gallegas Ecoballution y Newmind Innovation, han resultado ganadores de la quinta edición del Concurso Mares Circulares de Coca-Cola, en la modalidad de start-ups.
Asimismo, los estudios “Robótica para la monitorización y reducción de microrresiduos: aliando academia, empresas y escuelas”, de Patricia Pinto, y “Productos de valorización de residuos de la industria pesquera de las Azores”, liderado por Nádia Castanho, han resultado ganadores en la categoría de estudios científicos.
De la mano de Asociación Chelonia, Mares Circulares de Coca-Cola organiza este concurso que pretende impulsar las ideas innovadoras y la investigación para prevenir o reducir el impacto de los residuos en mares y entornos acuáticos de España y Portugal aplicando el principio de la economía circular.
El proyecto «Ecoballution: del mar a las canchas»
El proyecto ha sido liderado por Carlos Martínez Pardo, quien ha jugado en equipos de la ACB como el Baskonia, quiere vincular los valores intrínsecos del deporte con la generación de un impacto positivo para el planeta mediante la economía circular.
Para ello, colaborando con las redeiras gallegas, profesionales que se dedican a la confección, reparación y mantenimiento de artes y aparejos de pesca, convierte, de manera artesanal, las redes de pesca recogidas del mar en redes para canastas de baloncesto y porterías.
De esta forma, se consigue un doble objetivo: por un lado, el reciclaje y recogida y reutilización de residuos marinos y, por otro, la promoción de la economía local. En menos de 10 meses, esta start-up ha conseguido poner en el mercado más de 800 redes de baloncesto recicladas a mano y recuperado más de 1.800 kilos de red estropeada.
En total, desde su fundación en diciembre de 2020, Ecoballution ha logrado reciclar más de 6.000 kilos de residuos marinos.
El proyecto «Economía Azul 4.0»
La iniciativa ha sido desarrollada por la ‘start-up’ Newmind Innovation, liderado por el ingeniero industrial Diego Vázquez González. El proyecto se centra en convertir el carbonato cálcico, un subproducto procedente de la cocción del mejillón, en una materia prima que se pueda introducir de nuevo en la cadena de valor.
A modo de ejemplo, esta conversión se utiliza para la fabricación de un material que pueda sustituir productos más caros y menos sostenibles, como puede ser el acero inoxidable o el mármol. Galicia produce en torno a 250.000 toneladas de bivalvo al año y la concha, un material compuesto por carbonato cálcico, supone el 25% del peso total de la pieza.
El objetivo del proyecto, por tanto, es terminar con los vertidos incontrolados de conchas y aprovechar un subproducto que actualmente no tiene ningún tipo de valor, lo que, desde el punto de vista económico, implicaría la implantación de nuevas industrias que ofertarían nuevos puestos de trabajo, tan necesarios en la región.
Microresiduios que pueden ser vertidos
En lo que respecta a la categoría de estudios científicos, los dos proyectos premiados proceden de Portugal. “Robótica para la monitorización y reducción de microrresiduos: aliando academia, empresas y escuelas”, dirigido por la investigadora Patricia Pinto, del Centro de Ciencias del Mar de la Universidad del Algarve.
Este proyecto tiene como objetivo el seguimiento de diferentes tipos de microrresiduos procedentes de aguas residuales urbanas que pueden ser vertidas al medio marino a través de las depuradoras y proponer soluciones para que no ocurra.
El segundo de los estudios premiados, “Productos de valorización de residuos de la industria pesquera de las Azores”, está liderado por Nádia Castanho, investigadora del Centro para la Valorización de Residuos. Esta es la asociación de varias entidades entre las que se encuentra la Universidad del Miño.
Valoración de residuos del procesamiento de pescado
El estudio se marca como meta la valorización de residuos (subproductos) del procesamiento de pescado a través de la investigación, desarrollo y optimización de los procesos productivos en la industria pesquera de Azores, utilizando tecnologías innovadoras sostenibles y eficientes.
Todas estas iniciativas recibirán una dotación de 8.500 euros, con el propósito de que puedan seguir trabajando en el desarrollo de sus propuestas, de manera que puedan contribuir a la reducción, recuperación o sustitución de materiales plásticos y otros tipos de residuos.
El jurado, que ha evaluado las 15 candidaturas de start-ups y las 12 de investigaciones científicas recibidas en esta quinta edición del Concurso Mares Circulares de Coca-Cola, ha estado formado por cinco representantes de universidades y entidades públicas o privadas de España y Portugal.
Todos ellos cuentan con una reconocida experiencia en la temática del concurso y han analizado la calidad de las propuestas siguiendo criterios técnicos, sociales, ambientales y de integración en la economía circular.
Soluciones para reducir residuos en entornos naturales
El jurado ha estado formado por Ana Elena Ahuir Baraja, profesora de la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera; Elena Bulmer Santana, profesora de EAE Business School de Madrid; Ana García Moreno, profesora de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid.
Así mismo, el jurado se compone por Mario Verde Pereira, profesor auxiliar del Departamento de Biología de la Universidad de Aveiro (Portugal); y Ana Sofia Ribeiro, Coordinadora del Departamento de Sensibilización, Educación y Formación Ambiental de la Liga para a Protecção da Natureza (Portugal).
Carmen Gómez-Acebo, directora de Sostenibilidad de Coca-Cola Europacific Partners Iberia, ha destacado que “este concurso busca avanzar en la investigación y el desarrollo de soluciones que reduzcan los residuos en los entornos naturales, con especial atención a los océanos, y desarrollen soluciones emprendedoras de economía circular».
Así mismo, señala «En las cinco ediciones de Mares Circulares ya son catorce los estudios científicos y seis las start-ups premiadas que representan un ejemplo del esfuerzo que existe tanto en la comunidad investigadora como en la ciudadanía por buscar una solución a este problema”.
Necesidad de una rápida transición sostenible
Por su parte, Manuel Merchán, presidente de la Asociación Chelonia, reafirma la importancia de las iniciativas que buscan fomentar una mayor sostenibilidad ambiental, y añade que “la necesidad de realizar una rápida transición hacia una economía circular se ve reflejada también en la sociedad».
Merchán argumenta que la transición a una economía circular se genera a través del gran número de entidades y personas que se encuentran investigando y proponiendo soluciones al problema de los residuos.
El concurso pone de manifiesto la preocupación y el compromiso que existe para avanzar en la sostenibilidad ambiental desde el sector empresarial, académico y educativo, cultural, de las administraciones y de las distintas entidades sociales.
El Mundo Ecológico / Mares Circulares