El ahorro en producción y distribución son algunos de los beneficios ambientales de esta nueva forma de producir
La impresión 3D representa una nueva revolución tecnológica que va a cambiar la forma de trabajar de muchas compañías y los hábitos de millones de personas en el mundo. Esta tecnología permite fabricar piezas para prácticamente todo tipo de necesidad con materiales muy diversos en cualquier punto del planeta y en el momento que uno desee o necesite. Va a hacer accesible una producción personalizada bajo demanda del cliente, una fabricación y distribución local y una reducción en los plazos y en los costes de transporte.
También va a constituir un gran avance para cuidar el medio ambiente ya que tiene muchas características que van a facilitar que la producción de piezas y objetos sea mucho más racional.
El ejemplo más claro está en los ahorros en la distribución de los componentes que en un momento dado necesitamos. Estamos en cualquier ciudad de Europa y necesitamos un determinado componente para arreglar una máquina. Tradicionalmente el recambio de piezas se basa en el stock y en que la producción de los componentes esté a miles de kilómetros. La tecnología de impresión 3D hace que una impresora in situ fabrique la pieza con tan solo descargar un archivo en un ordenador. Este proceso ahorra tiempo y sobre todo transporte con sus correspondientes emisiones.
Lo más llamativo, ambientalmente hablando, está en el proceso de fabricación. Se produce por capas, pudiendo crear objetos huecos, y ahorrar producción y deshechos sobrantes. El impacto ambiental en la fabricación como en la producción de residuos se reduce considerablemente.
Entrevista en Cadena SER
Existen muchas más ventajas ambientales en este interesante avance tecnológico de la impresión 3D. Para contárnoslas hemos entrevistado a Rosa Nieves León, CEO de Printed Dreams, en el programa Hoy por hoy de SER Madrid Norte y SER Madrid Sur con Nacho López Llandres y Antonio Quilis Sanz
El Mundo Ecológico