La rebaja del IVA aplaza la necesaria fiscalidad verde para un sistema energético sostenible
Después del anuncio del presidente del Gobierno español sobre la bajada del IVA del gas, Greenpeace reitera la necesidad de las medidas de choque temporales para aliviar la situación de hogares y pequeñas empresas.
La entidad señala que las rebajas de impuestos al gas fósil como el IVA, que en principio no discrimina entre grandes consumidores y familias, pueden ser aprovechadas por las empresas energéticas e industriales para maximizar sus beneficios.
Son necesarias soluciones urgentes y verdaderamente efectivas en el medio plazo para acelerar la transición energética hacia un sistema 100% renovable. De igual manera explica la necesidad de eliminar la dependencia de los combustibles fósiles y la energía nuclear que financian la guerra.
La trampa de los combustibles fósiles
“La medida anunciada es una subvención al gas y aplaza la necesaria fiscalidad verde para promover un sistema energético que incentive el ahorro y penalice a los grandes consumidores”, ha declarado Francisco del Pozo, coordinador de combustibles fósiles de Greenpeace.
Francisco del Pozo, añade: “Es más importante que nunca no seguir cayendo en la trampa de los combustibles fósiles y establecer medidas destinadas a apoyar a las familias que lo necesitan para mantener o mejorar sus servicios energéticos rompiendo la dependencia del gas: aislamiento, sustitución de calderas por bomba de calor, etc.»
La rebaja del IVA al gas va en la misma línea que la ayuda de los 20 céntimos al carburante, medida que sigue vigente hasta fin de año y ya se ha visto ineficaz durante los cuatro meses que lleva en vigor: se ha demostrado que esta ayuda ha sido rápidamente absorbida por las grandes petroleras, tal y como publicó la CNMC.
Valoración de medidas concretas
Greenpeace ya denunció que las petroleras están ingresando cada día 7,6 millones de euros adicionales desde el inicio de la guerra. Al mismo tiempo, la población sufre los precios récord en las gasolineras.
Tampoco a las empresas de gas les va mal: Naturgy, la mayor empresa del sector, mejora significativamente sus resultados en la primera mitad de año. La compañía energética ha registrado 557 millones de beneficio en el primer semestre, lo que supone un progreso del 15,1%.
Greenpeace reitera que se debe mantener el 5% del IVA en la factura eléctrica. Así mismo, solicita las medidas de apoyo directo a las familias para ahorrar energía. La electricidad es esencial como vector de servicios energéticos
Impuesto sobre los beneficios extraordinarios
La organización ecologista considera necesario adelantar medidas redistributivas como el Impuesto sobre los beneficios extraordinarios sobre las empresas energéticas. Greenpeace se congratula del anuncio hecho a finales de junio para aplicar este impuesto que entrará en vigor en enero de 2023.
Con el fin de evitar que esta crisis la paguen los de siempre, la organización solicita la necesaria puesta en marcha un plan de acción más ambicioso. El plan debe incluir normativa y subsidios directos a la calefacción renovable y mejora express del aislamiento de los hogares.
Así mismo, la organización propone una reforma fiscal que redistribuya la riqueza, sea progresiva e incluya una fiscalidad verde. De esta forma, la entidad exige que se aplique el principio de quien contamina paga y no deje a nadie atrás.
El Mundo Ecológico / Greenpeace