Tarjeta t-lleva greenpeace

Greenpeace propone la creación del bono de transporte “T-lleva”

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Un abono único de transporte para moverse de forma sostenible por todo el país

“T-lleva lleva a cualquier punto del territorio, en cualquier medio de transporte público, evitando emisiones contaminantes innecesarias”. Así han descrito los portavoces de Greenpeace la propuesta para crear un abono único de transporte, que permitiría a la ciudadanía viajar por todo el país de manera sostenible, fácil y económica.

En el marco del comienzo de la campaña de las elecciones locales y autonómicas, la organización pide a todos los partidos que se presentan que tengan muy presente la movilidad de la ciudadanía como uno de los ejes fundamentales y recojan el guante de llevar a cabo esta iniciativa.

Para la ONG es necesario que se alineen las estrategias y se vaya a un objetivo común. Sobre todo el ofrecer a la ciudadanía un servicio de movilidad integrado más allá de quien lo opere y de cuál sea el modo.

Para que este tipo de sistemas funcionen es necesaria la implicación y colaboración de todas las administraciones, autonómicas y municipales y de la administración central. Por eso, Greenpeace extenderá su petición a los partidos que este mismo año concurran a las elecciones generales.

T-lleva

El abono “T-lleva” simplificaría las tarifas del transporte al permitir viajar por diferentes localidades, provincias, comunidades autónomas y zonas tarifarias. Consistiría en una sola tarjeta con tarifa plana para el transporte, que permitiría usar todos los servicios disponibles, como el autobús, tren, tranvía y cualquier otro medio de transporte público.

Por tanto, facilitaría aún más el cambio de medios de transporte contaminantes. Por ejemplo, el coche o el avión por otros más respetuosos con el medio ambiente. La misma tarjeta que se usa en Madrid podría utilizarse también para viajar a Sevilla y una vez allí por su área metropolitana.

Este sistema permitiría articular la cooperación entre las administraciones públicas titulares de los servicios y de las infraestructuras del transporte público. De tal manera que las personas perciban la red pública como un único sistema integrado, desde el punto de vista de las correspondencias, de la coordinación del servicio y del sistema tarifario.

Los abonos únicos de transporte o billetes climáticos ya son una realidad en otros países europeos como Alemania, Austria o recientemente Hungría. Donde junto con buenos servicios de transporte público y una densa red ferroviaria están consiguiendo ser un éxito y tienen el objetivo de no dejar a nadie atrás, y a la reducción de emisiones.

Los precios del transporte

La movilidad forma parte de nuestra vida cotidiana, es necesaria para satisfacer nuestras necesidades básicas y participar en la sociedad. Pero el aumento del precio del combustible ha vuelto el transporte cada vez más inasequible.

En el verano de 2022 y en el contexto de la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania, el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, MITMA, estableció diferentes medidas para abaratar el precio del transporte, paliar los efectos de la inflación y contribuir a la independencia energética de España.

“Ya partimos de la reducción de tarifas del transporte público que se han realizado en este último año. Sabemos que los descuentos en el transporte público están funcionando. Es el momento de pedir que se consoliden y que se conviertan en una medida permanente”, ha comentado Cristina Arjona, coordinadora de la campaña de movilidad de Greenpeace.

“Además, no sólo nos debemos quedar ahí; sino demandar un abono único de transporte, de carácter mensual, trimestral o anual, que permita usar cualquier medio por todo el territorio”, ha añadido.

La financiación

La propuesta de Greenpeace es que “T-lleva” se podría financiar a corto plazo con los impuestos sobre los beneficios extraordinarios de las empresas de combustibles fósiles.

Sin embargo, a largo plazo, la eliminación gradual de las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente y un sistema tributario justo basado en las emisiones de CO2 serían las mejores formas de asegurar recursos.

Por ejemplo, la introducción rápida de un impuesto sobre el queroseno. Además de impuestos sobre emisiones de lujo como jets privados, yates y automóviles de lujo y la introducción del IVA en los billetes de vuelos internacionales.

También un impuesto general al CO2, sobre todas las emisiones de CO2 fósil, puede contribuir a financiar el transporte público.

El Mundo Ecológico / Greenpeace

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