Hoy en día, la mayoría de nuestras actividades están muy ligadas al movimiento. Estos desplazamientos, obligados o no, nos hacen depender de medios de transporte como el coche, la moto, el autobús, el tren, el metro… y de todos ellos el vehículo privado es que el que mayor autonomía y comodidad parece ofrecernos.
De hecho, desde su invención, siempre se ha considerado un símbolo de libertad y status, lo que ha llevado a que muchas personas tengan coche o deseen tenerlo y a que nuestras calles estén inundadas de automóviles.
Esta cultura del coche tiene múltiples consecuencias. Algunas son muy claras y no requieren de ninguna explicación: atascos, pérdida de tiempo y dinero, contaminación, accidentes, sensación de que la ciudad es un lugar incómodo para vivir…
Pero existen otros impactos económicos, sociales y ambientales menos visibles que es necesario conocer: la dependencia del petróleo, un recurso no renovable que cada vez es más caro y que está próximo a agotarse; el efecto negativo de la contaminación atmosférica en la salud de las personas y del planeta, los enormes costes de infraestructuras destinadas al tránsito de transportes motorizados, la pérdida de espacio urbano y de calidad de vida, el desplazamiento del peatón y la desigualdad social son parte de la factura que estamos pagando.
La Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Consejería de Economía y Hacienda y la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid, han editado esta publicación con el objetivo de dar a conocer a los ciudadanos el modelo actual de movilidad, y de presentar soluciones y propuestas de mejora que se están desarrollando dentro y fuera de nuestro territorio.