Especies que se han adaptado con astucia a la vida urbana ante la reducción de sus hábitats
National Geographic España publica en su revista del mes de julio un extenso reportaje sobre la expansión de animales salvajes como coyotes, osos, mapaches y jabalíes en las ciudades de todo el mundo.
Diferentes investigadores apuntan que muchos mamíferos omnívoros se están acercando a los entornos urbanos y modifican su conducta a medida que aprenden a sobrevivir. De hecho, en ciertas especies se han detectado adaptaciones sin precedentes a la vida urbana.
Es el caso de los jabalíes en España, cuya presencia ha aumentado durante la pandemia. La bióloga experta en gestión de fauna Carme Rosell explica que estos animales “Han accedido a una despensa gigantesca: nuestros campos de cultivo y los residuos orgánicos de las ciudades”.
Además, nada limita su aumento poblacional de manera efectiva, ya que no tienen depredadores; la superficie de su hábitat natural, el bosque, es cada vez mayor, y los inviernos son menos fríos. No obstante, hay otro factor esencial: han perdido el miedo al ser humano.
La población de jabalíes en España se ha duplicado
“Nos relacionan con la comida, en gran parte porque muchas personas les proporcionan alimento, un hábito bienintencionado que obvia la realidad: los jabalíes son animales silvestres. Esa es su naturaleza y no la debemos pervertir”, apunta Rosell.
La población de jabalíes en nuestro país se ha duplicado en dos décadas. Actualmente, hay más de un millón y, aunque se cazan unos 400.000 ejemplares al año, en 2025 su población podría duplicarse, según datos del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos.
Listos y adaptables, estos mamíferos voltean papeleras, rebuscan en los contenedores y destrozan los parterres de los jardines en busca de insectos y plantas. El exceso de jabalíes también provoca destrozos en los cultivos, accidentes de tráfico (solo en Cataluña, casi 4.000 al año) y transmisión de enfermedades.
En otras ciudades, como en el norte de Roma, los vecinos han decidido encerrarse en casa a partir de las 20.30 horas para evitar los ataques sufridos por varios ciudadanos cuando iban a tirar la basura o mientras transportaban bolsas de comida.
Conductas diferentes en los mamíferos urbanizados
En 2020, una revisión de 83 estudios sobre la fauna urbana de seis continentes reveló que un 93% de los mamíferos urbanizados presentaban conductas diferentes a las de sus congéneres de áreas rurales.
La mayoría de estos mamíferos –especies tan diversas como el conejo europeo, el jabalí, el macaco Rhesus o la garduña– adoptaron un estilo de vida nocturno para evitar a los seres humanos. También ampliaron su dieta natural al introducir alimentos de los humanos y redujeron en enorme medida sus territorios.
En Estados Unidos, este tipo de fenómenos también se han producido, especialmente con los coyotes. Este animal salvaje está presente en todos los estados –salvo en Hawai– y en la mayoría de las grandes ciudades.
Aunque la metrópoli más asociada al coyote urbano es Chicago, donde viven hasta 4.000 individuos. Muchos de ellos han aprendido a evitar los coches e incluso entienden los semáforos, según los investigadores.
Dependencia de la comida proporcionada por humanos
En el caso de los osos, es destacable su presencia en South Lake Tahoe. Esta ciudad turística de California ofrece a los osos basura y comida en abundancia, y con menos esfuerzo que teniendo que buscar el alimento en la naturaleza. Como consecuencia, estos osos urbanos pesan un 25 % más que los que viven en áreas silvestres.
Los mapaches han aumentado considerablemente en San Francisco. Se han hecho dependientes de la comida que les proporcionan los humanos y son más propensos a propagar enfermedades y sufrir atropellos, y suelen morir cuando dejan de recibir la comida en bandeja.
National Geographic España, la primera edición europea de una revista legendaria, celebra su 25 aniversario en 2022. La primera portada de la edición española se publicó el 15 de octubre de 1997 y, desde entonces, ha introducido en la sociedad conceptos como cambio climático, mares de plástico, igualdad de género o activismo social.
El marco amarillo de National Geographic siempre ha sido una ventana, una invitación a ir más allá, a descubrir lo que realmente ocurre en el mundo y merece ser contado. La revista ha impulsado el amor por el planeta, la necesidad de cuidarlo, así como la urgencia de tomar medidas contra el abuso, la explotación y contra todo tipo de desigualdades.
El Mundo Ecológico / National Geographic España