Según el estudio de Ernst & Young Bridging the gap. Climate finance in the lead up to Doha COP 18
El reto de financiación de inversiones para combatir el cambio climático en los próximos años será más pronunciado en países como España, Reino Unido e Italia. Así lo refleja el último informe de Ernst & Young Bridging the gap. Climate finance in the lead up to Doha COP 18. El documento recoge una investigación de Oxford Economics en las 10 economías más importantes, que incluyen España, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Corea del Sur, Japón, Australia y Sudáfrica.
La principal conclusión del informe de la consultora es que ”la incertidumbre económica continúa impactando en la capacidad de los gobiernos para mantener su agenda y sus inversiones en combatir el cambio y climático”.
El informe destaca dos importantes tendencias que ayudan a entender la situación actual en lo relativo a Sostenibilidad y Cambio Climático: la primera es el incremento de la brecha entre las necesidades de financiación y el presupuesto de los gobiernos a tal efecto, y la segunda, una cada vez mayor participación del sector empresarial en el proceso.
En concreto para España se prevé una reducción de 4.100 millones de dólares hasta 2012 (un 0,73% menos), en comparación con el gasto en Reino Unido de 5.000 (un 0,41% menos) e Italia, con 3.000 millones de dólares (0,31% menos). Alemania es el único país que, según el informe, podría aumentar este gasto a través de medidas puestas en marcha por su gobierno de política fiscal para relanzar la economía en el largo plazo.
La mayoría de países ha visto reducida su inversión en esta partida en el último año, y la brecha en el gasto podría superar los 50.000 millones de dólares de aquí a los próximos 5 años, según el informe. Seis de las 10 economías clave analizadas (Alemania, Italia, Japón, Australia, Corea y España) proyectaron un descenso del presupuesto contra el cambio climático entre 2010 y 2011. Francia apenas cambió esta partida, y EEUU, Reino Unido y Sudáfrica realizaron ligeros incrementos. Además, la previsión del gap de financiación necesaria en los 10 países analizados ha cambiado respecto de la realizada el año pasado, creciendo de 22,5 a 23,7 miles de millones de dólares en los próximos 5 años, considerando el mejor escenario posible: una economía como la actual, con medidas de austeridad en marcha y en la que los países necesitan reducir su endeudamiento.
Posible ruptura del euro
Una posible ruptura de la zona euro conduciría a un escenario más negativo, que duplicaría el potencial déficit de inversiones en sostenibilidad y cambio climático de los países. El estudio también calcula este desajuste de financiación en el que la salida de varios países de la zona euro provocaría el incumplimiento de la deuda soberana y desencadenaría una nueva crisis crediticia en Europa. En este escenario más desfavorable, la brecha financiera sería, en conjunto, de 51.000 millones de dólares. Una situación en la que Estados Unidos acumularía el mayor gap en financiación contra el cambio climático, con 9.900 millones de dólares, seguida de Alemania, Francia, y Reino Unido, que superarían los 7.000 millones.
España también incrementará su brecha presupuestaria hasta 2016 que, en términos absolutos, acumulará entre 4.000 y 5.000 millones de dólares –en función de los dos escenarios consideraros–, lo que llegaría a suponer entre un 0,73% y un 1,13% por debajo del presupuesto inicial contemplado.
Para Juan Costa Climent, Socio global de Sostenibilidad y Cambio Climático de Ernst & Young, “los datos de este informe sugieren que la continua presión de las medidas de austeridad han reducido el gasto en sostenibilidad de los países. La potencial creciente brecha en esta partida hace necesario un mecanismo que permita la financiación privada y que contribuya a solventar el problema”. Y añade, “si se materializa una ruptura del euro, el déficit en la financiación podría superar por primera vez los 50.000 millones de dólares, lo que debería actuar como una advertencia. Los gobiernos tienen que tomar medidas para protegerse y no alcanzar un punto de no retorno donde resultaría imposible cerrar la brecha entre la financiación disponible y la realmente necesaria contra el cambio climático”.
Más Información: Ernst & Young
El Mundo Ecológico