El nuevo plan de recuperación sostenible de la AIE

Se crearían 9,5 millones de empleos según el Plan de la Agencia Internacional de la Energía en la fabricación, la construcción y el mantenimiento relacionados con la energía

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) con su Plan de Recuperación Sostenible pretende impulsar acciones en los próximos tres años (2021-2023) que ayuden a empleo y reducir emisiones contaminantes.

Para resumir las medidas de este plan, se requeriría gastar un billón de dólares anuales (0,7% del PIB mundial actual). Durante los tres próximos años y tendría un impacto en el PIB real del +3,5% en 2023. Frente al escenario «sin medidas», esto representa un 1,1% anual extra de crecimiento y la inflación superaría a nivel global el 1% en 2023.

El gasto agregado de los hogares y las empresas en 2023 alcanzaría un +3,9% impulsado por las medidas de apoyo a industrias específicas y al empleo. La AIE pronostica la creación de 9,5 millones de nuevos puestos de trabajo en la fabricación, la construcción y el mantenimiento relacionados con la energía. Lo que se compara con los 6 millones de empleos que están en peligro por la crisis del COVID (suministro de energía, eficiencia y vehículos).

Sin medidas preventivas la emisiones aumentarían a un nivel mas alto

El gasto público necesario sólo representaría el 10% de los actuales paquetes de estímulo anunciados. Significa que está por debajo de la proporción destinada a la recuperación ecológica tras la crisis de 2008-2009, que se situaba en el 16%.

Evolución de las emisiones totales de CO2 2020-2023
Evolución de las emisiones totales de CO2 2020-2023

El impacto humano es considerable, ya que también permitiría que 420 millones de personas tuvieran acceso a soluciones higiénicas para cocinar y 270 millones a la electricidad.

El plan de recuperación sostenible de AIE también se materializaría en la disminución de las emisiones de CO2. Las emisiones globales de GEI (gases de efecto invernadero) se reducirían en 3,5Gt para 2025 frente al escenario «sin medidas». La reducción de emisiones en 2020 inducida por la desaceleración relacionada con el COVID estaría, por lo tanto, estructuralmente bloqueada, pero sin medidas verdes corremos el riesgo de volver a los niveles de emisión anteriores al COVID.

Medidas actuales anunciadas

Del paquete de recuperación mundial de más de 12.000 millones de dólares, 800.000 millones se centran específicamente en las prioridades de la economía post-carbono. Esta cifra es claramente inferior a lo que se necesitaría. Este compromiso también se debe mantener en los próximos 3 a 5 años, dependiendo de la geografía.

Gracias a la Comisión Europea, el objetivo no está tan lejos y con el compromiso de China podríamos ver un aumento masivo de esa cifra (China no está incluida en este paquete verde total que hemos tenido en cuenta, ya que no se ha revelado todavía).

El desafortunado inconveniente es que tanto dinero va a beneficiar a las empresas intensivas en CO2 como a las ecológicas. Hasta ahora, se han anunciado 863.000 millones de dólares de estímulo para las tecnologías intensivas en carbono sin condiciones verdes.

Estímulo total hasta la fecha, incluyendo el paquete de la UE

El cambio también depende de las grandes economías

El transporte se lleva la mayor parte de esto, con el 49% de la suma. Incluyendo el 14% para el sector de la aviación, que se ha visto particularmente afectado por la crisis. En cuanto a la ayuda directa a los combustibles fósiles, el sector del petróleo y el gas sólo recibe el 5% del paquete y el 1% para la industria del carbón.

Por otro lado, si el acuerdo ecológico de Joe Biden fuera aprobado por el Senado estadounidense, esto podría añadir un apoyo anual de 500.000 millones de dólares a las energías y tecnologías ecológicas.

Si suponemos que se gastan 200.000 millones de dólares anuales para los paquetes ya aprobados. La suma total de 700.000 millones de dólares no estaría tan lejos del billón por año recomendado por la AIE.

Es necesario que otros países se unan al movimiento. Esperamos que vengan más paquetes de ayudas de los países europeos, pero el verdadero cambio de juego vendría por parte de las grandes economías como EE. UU., Brasil, India y China. Aquí es donde la presión política y el compromiso internacional deberían alentar a los gigantes asiáticos a llenar el vacío.

Marie Lassegnore, gestora de crédito de La Française AM

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