Una vez en la Sierra de Guara, las cuatro águilas de Bonelli han sido temporalmente introducidas en un recinto en forma de jaulón. Allí estarán varias semanas socializando entre ellas y aclimatándose a la zona hasta su liberación definitiva. En el momento de la suelta cada uno de estos ejemplares portará un emisor GPS.
Esta acción ha sido posible gracias a la colaboración entre el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de Aragón (a través de su Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal), Repsol y la organización conservacionista GREFA.
Esta actuación se enmarca dentro del plan de medidas complementarias desarrollado por Repsol, en el marco de las acciones en apoyo al Plan de Recuperación del Águila Perdicera en Aragón definidas en las declaraciones de impacto ambiental de los parques eólicos asociados al clúster Aguasvivas, pertenecientes al proyecto Delta I.
Procedentes de Andalucía oriental
Las aves trasladadas a Guara, nacidas este mismo año, son pollos de unos cincuenta días de edad y han sido extraídos de nidos naturales de Andalucía oriental. Es allí donde vive la mejor población de águila de Bonelli de Europa occidental.
La Junta de Andalucía autoriza que pollos de esta rapaz se extraigan de sus nidos. Esto como contribución solidaria para la creación de nuevas poblaciones de la especie en otras zonas donde es mucho más escasa o incluso ha desaparecido. Próximamente se trasladarán a la Sierra de Guara varias águilas de Bonelli más.
En 2022 ya se llevó a cabo un primer traslado de águilas de Bonelli a la Sierra de Guara. Gracias al emisor GPS que llevaban se sabe que de los cinco ejemplares liberados el año pasado en este espacio natural sobreviven dos. Las otras tres murieron, dos por el ataque de otras águilas y otra por causas desconocidas.
Aves jóvenes
Las que siguen vivas iniciaron su etapa de dispersión juvenil, algo habitual en las aves rapaces. Esto las lleva a realizar movimientos de largas distancia como fase previa a su asentamiento como adultos reproductores en un territorio concreto.
En el curso de estos desplazamientos dispersivos ambas águilas de Bonelli han regresado en algún momento a la zona de liberación. Incluso en un caso desde lugares tan alejados como la provincia de Cádiz.
«Que estas jóvenes águilas de Bonelli vuelvan en ocasiones a la zona donde fueron liberadas el año pasado es una buena noticia para el proyecto, cuyo objetivo es que se establezcan y críen en la Sierra de Guara o su entorno», explica Ernesto Álvarez, presidente de GREFA.
Lecciones aprendidas
Las liberaciones de águilas en el Parque Natural de la Sierra de Guara tienen su precedente inmediato en el proyecto AQUILA a-LIFE. Entre 2017 y 2022 ha estado coordinado por GREFA con la colaboración de diversas administraciones públicas y entidades y ha contado con el apoyo de la Unión Europea.
Gracias a este proyecto y otras iniciativas similares previas, se han creado o reforzado poblaciones de la especie en zonas donde estaba cerca de desaparecer. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid, o incluso donde ya se había extinguido, como la isla de Mallorca.
«Aragón nos brinda la oportunidad de aplicar todas las lecciones que hemos aprendido tras más de diez años de trabajo con el águila de Bonelli. El fin es el beneficio de la recuperación de la especie”, asegura Álvarez.
El Mundo Ecológico / GREFA