Más de un millón de personas consume agua en bajas condiciones sanitarias
Durante los últimos 100 años, el uso del agua se ha multiplicado por seis, creciendo su uso a un ritmo anual de un 1%. La principal causa es el desarrollo económico, crecimiento de la población, cambios en las pautas de consumo, la contaminación y los efectos derivados del cambio climático.
Estados Unidos es el segundo mayor consumidor de agua del mundo. California es la quinta economía a nivel global y el mayor mercado agrícola del país. Su consumo de agua representa el 9% del total diario nacional, pero más de un millón de personas consume agua de bajas condiciones sanitarias.
Y aunque toda la región tiene este problema, la mayor parte se concentra en la zona agrícola del valle de San Joaquín. De hecho, los agricultores del valle viven en condiciones semejantes a las de países menos favorecidos económicamente. Las razones para esta escasez son múltiples y complejas.
El uso de fertilizantes o la elevada concentración de vaquerías, entre otras. La situación se atenúa aún más cuando la región ha de hacer frente a sequías como la vivida entre 2011 y 2019, que ocasionó una pérdida extraordinaria de cultivos y pastoreo, entre otras emergencias.
Futuros contratos de los derechos del agua: el papel clave del sector financiero
Hace una semana se anunció la posibilidad de operar con futuros sobre los derechos del agua de California en la bolsa de valores de Chicago. La compra y venta de derechos de agua no es nueva: hasta ahora, los grandes consumidores (por ejemplo, productores de almendras o pistachos) se intercambiaban derechos de extracción de agua tratando de canalizarla hacia lugares donde más se necesitaba.
Hasta aquí, todo serían buenas noticias si fuese un instrumento a disposición de los productores, distribuidores, aseguradoras y consumidores, como instrumento de cobertura. El riesgo aparece cuando unos derechos de uso de agua locales (California) se ponen a disposición de cualquier actor con licencia para operar en los mercados financieros a nivel global.
Además, a diferencia de otros contratos de futuros, donde al vencimiento del mismo se procede a la entrega física, estos contratos del agua se liquidan por diferencias (entre el precio de contado y el precio a futuro) por lo que el riesgo para el tenedor es exclusivamente financiero.
Contratos de agua donde ganan ambas partes
Se podría argumentar que la entrada de más actores en el mercado aumenta la eficiencia de este, pero esto ocurriría si los actores fuesen parte interesada dentro del mercado local (o incluso a nivel país) y se produjese entrega física del subyacente (3,26 galones de agua). Estos dos factores puede que no sólo no lo hagan más eficiente, sino que tenga un efecto perverso, disminuyendo la transparencia.
Desde Portocolom consideramos que, a diferencia de lo que puede ocurrir con los mercados de otras materias primas, puede tener consecuencias diferentes a las deseadas. En este sentido, el sector financiero puede y debe jugar un papel clave en el acceso de todos los seres humanos a agua de calidad, segura, aceptable, asequible, de manera eficiente.
Además, ser una oportunidad de negocio. Pero negocio entendido como un contrato donde ganan ambas partes, no como un juego de suma cero, mediante la financiación a desarrollo de infraestructuras, desarrollo de tecnología de optimización de la gestión del agua, potabilización y eliminación de residuos, entre otros.
Ana Guzmán, directora de Impacto de Portocolom AV