Los desórdenes climáticos se traducen en consecuencias para el medio ambiente y las personas

El cambio climático no sólo tiene efectos negativos para el planeta, también para la salud de las personas. Se espera que los efectos sobre la población variarán según la edad, el género, la geografía y el estado socioeconómico.

Diversos estudios científicos señalan que la exposición a fenómenos meteorológicos extremos durante el próximo siglo representa un riesgo potencialmente catastrófico para la salud humana, que podría deshacer 50 años de beneficios para la salud que hemos alcanzado a nivel mundial.

En términos generales, el empeoramiento en las condiciones climáticas puede tener tres tipos de impactos en la salud:

Efectos directos inmediatos

Aquellos que derivan de eventos generalmente causados por condiciones climáticas extremas. En este caso son ejemplos el impacto del estrés térmico, la muerte y/o lesiones en inundaciones y tormentas.

En este sentido, el IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático) que es un organismo de la ONU, concluyó en su último informe, que el cambio climático causaría un aumento de la mortalidad y la morbilidad relacionadas con el calor extremo, así como una disminución de la mortalidad relacionada con el frío extremo en los países templados.

El informe también prevé una mayor frecuencia de epidemias de enfermedades infecciosas después de inundaciones y tormentas, y efectos sustanciales para la salud después del desplazamiento de la población por el aumento del nivel del mar y aumento de la actividad de la tormenta.

Efectos indirectos

Aquellos que son consecuencias de variados procesos de cambio ambiental, asociados a la alteración ecológica medioambiental. Por ejemplo cambios en el rango de vectores de enfermedades transmisibles (la fiebre del dengue, transmitida por mosquitos se ha multiplicado por 30 en los últimos 50 años, entre otros), aumento de patologías transmitidas por el agua. Brotes de diversas enfermedades infecciosas. Deterioro en la calidad del agua, calidad del aire así como menor disponibilidad y calidad de los alimentos.

Un ejemplo de días más calurosos, más lluvia y mayor humedad es la proliferación de garrapatas, que son vectores para la propagación de enfermedades infecciosas como la enfermedad de Lyme. Se estima que podemos tener una infección mundial de garrapatas para 2080.

Efectos indirectos no inmediatos

Aquéllos que derivan en diversas consecuencias para la salud (traumáticas, infecciosas, nutricionales, psicológicas y otras), que ocurren en poblaciones desmoralizadas y desplazadas a raíz de la dislocación económica inducida por el clima, el deterioro ambiental y las situaciones de conflicto. Por ejemplo, los cortes de energía en climas extremos podrían paralizar los hospitales y los sistemas de transporte cuando la población más los necesite.

La disminución de los cultivos podría llevar a la desnutrición, el hambre y el aumento de los precios de los alimentos. Más CO2 en el aire podría hacer que los cultivos básicos como la cebada y la soya sean menos nutritivos. La sequía y la escasez crónica de agua dañan las zonas rurales y 150 millones de habitantes de las ciudades. Si las localidades no se ajustan rápidamente, ese número podría ser de casi mil millones para 2050.

Se entiende que el impacto real en las condiciones de la salud estará fuertemente influenciado por las condiciones ambientales a nivel local y las circunstancias socioeconómicas de la población. La profundidad del efecto también estará influida por el rango de adaptaciones sociales, institucionales, tecnológicas y de conducta que tomen las personas y sus comunidades para reducir la gama completa de amenazas a la salud.

Poblaciones en riesgo del cambio climático

Se prevé que ciertos grupos serán particularmente vulnerables a las enfermedades y lesiones ocasionadas por el cambio climático. La vulnerabilidad de una población depende de factores como la densidad de la población, el nivel de desarrollo económico, la disponibilidad de alimentos, el nivel de ingreso y la distribución, las condiciones ambientales locales, el estado de salud preexistente y la calidad y disponibilidad de la atención de salud pública. Pero eventualmente la población global estará afectada.

Nuestra comprensión de los vínculos entre el clima, el cambio climático y la salud humana ha aumentado considerablemente en los últimos diez años. Sin embargo, todavía hay muchas lagunas en el conocimiento sobre los posibles patrones futuros de exposición a cambios climáticos y ambientales, y sobre la vulnerabilidad y adaptabilidad de los sistemas físicos, ecológicos y sociales a dicho cambio climático.

La sociedad debe sensibilizarse ante esta realidad, pudiendo educarse los efectos de las condiciones climáticas de su localidad, haciendo uso de instrumentos meteorológicos. También en la conducta ante emergencias y fenómenos naturales. Mientras tanto, los expertos en salud pública de todo el mundo están pidiendo nuevas medidas para ayudar a las personas a mantenerse saludables a pesar de las inundaciones, las sequías y las olas de calor.

El Mundo Ecológico