Se trata de la movilidad eléctrica dirigida a la ciudadanía más vulnerable mediante el alquiler de vehículos eléctricos con un precio reducido gracias a subvenciones estatales
Varios expertos se reunieron en el Círculo de Bellas Artes de Madrid para hablar de las ventajas y nuevos horizontes que puede abrir el leasing social en España. Se trata de una iniciativa que ya se ha implantado en países como Francia y que busca hacer llegar la movilidad eléctrica a la ciudadanía más vulnerable mediante el alquiler de vehículos eléctricos con un precio reducido gracias a subvenciones estatales.
La jornada, organizada por Ethic, Fundación Renault Group España y Transport & Environment y ECODES se centró en dos debates entre diversos especialistas y responsables de organizaciones que forman parte del cambio.
Tras la presentación por parte del periodista Miguel Ángel Medina, quien se encargó de la moderación del evento, iniciaron el diálogo Ignacio Rodríguez-Solano, director de la Fundación Renault Group España, y Cristina Monge, consejera editorial de Ethic.
Movilidad sostenible
Rodríguez-Solano destacó el papel de la Fundación Renault Group España a la hora de organizar encuentros como este debido al interés que suscita el leasing social como «una pieza más para mantener la universalidad de la movilidad y hacer que tanto la actual como la futura sea sostenible, conectada justa y segura, sumando a ese proceso de transición y cambio de paradigma que estamos viviendo». También resaltó el valor del vehículo eléctrico como alternativa de movilidad sostenible, siempre manteniendo como objetivo el acceso a la movilidad universal.
De ahí el enfoque social de este tipo de leasing, que tiene en cuenta las diferentes realidades individuales para garantizar la transición hacia la movilidad electrificada y sostenible sin «dejar a nadie atrás», en palabras de Rodríguez-Solano. Para ello, es fundamental un cambio de paradigma social que elimine los prejuicios hacia el vehículo eléctrico y la transición energética.
Además, el leasing de vehículos eléctricos puede suponer un avance para paliar el problema de la España vaciada, donde el coche es fundamental, a pesar de que en ámbitos rurales la transición energética se perciba a menudo como «una amenaza», según Cristina Monge.
Revolución en movimiento
Después de su intervención, tuvo lugar la primera mesa de debate integrada por Carlos Rico, Policy Officer de la oficina en España de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente; Jean-André Barbosa, director de Asuntos Europeos y Regulación de Renault Group; Miguel Ángel Jiménez, responsable de Comunicación de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), y Cristina Monge. Se debatió a propósito del propio concepto de leasing social y de su éxito de implantación en Francia.
Según Jean-André Barbosa, una de las claves del éxito del Gobierno francés, además de poner en marcha una iniciativa que suponía una promesa del Presidente de la República, fue darse cuenta de que el leasing no podía ser excluyente con respecto a los bonus o ayudas que se dan a los compradores de vehículos eléctricos, ya que no es una compra, sino un alquiler, y está dirigido a un sector muy concreto de la población.
Asimismo, afirmó que en toda Europa se necesita «un verdadero esfuerzo de todo el ecosistema (puntos de recarga, incentivos para la compra de vehículos eléctricos, precio de la carga…) para permitir que el mercado del coche eléctrico avance».
Garantizar las ayudas
Por su parte, Miguel Ángel Jiménez puso el foco en precisar el perfil de las personas a las que va dirigida esta medida, para evitar que el aluvión de solicitudes provoque que muchas personas se queden atrás.
Filtrar a través de la renta es fundamental, así como garantizar que las ayudas sean directas, pues las personas económicamente vulnerables, a las que va dirigido el leasing social, no pueden permitirse esperar uno o dos años por la ayuda, ni tampoco que luego se implemente a su declaración del IRPF como ingreso y les afecte negativamente.
Para garantizar esto, es fundamental el papel del Gobierno y de las administraciones públicas a la hora de acortar plazos, según recalcaron los panelistas.
Hablando de los puntos de carga, uno de los mayores problemas en España a la hora de tratar el tema del vehículo eléctrico, Carlos Rico recordó que cuantos más vehículos eléctricos haya en la calle más puntos de carga habrá, por lo que ese problema irá desapareciendo.
Cristina Monge definió el mundo rural como «elemento clave» de este cambio, ya que es donde hay más necesidad y costumbre de movilidad privada y menos alternativas, por lo que habría que añadir el criterio territorial al criterio de la renta. También recalcó que, aunque el cambio de paradigma «no puede hacerse en poco tiempo», según había afirmado momentos antes Jiménez, es urgente contribuir a la aceleración del cambio.
Desafíos y oportunidades
La segunda mesa de debate estuvo integrada por Jeannette Bain, de ECODES; Joan Herrera, socio de SAMSO EDS; Ignacio Rodríguez-Solano; Ana Belén Sánchez López, directora de Climate Action Thinkery de la Fundación IE; y Joaquín Mansilla, director general de Ibercaja Financiación.
A la vista de la experiencia francesa, Bain afirmó, basándose en el estudio «Leasing Social de Vehículos Eléctricos», elaborado por T&E y ECODES, que es muy importante la colaboración entre todos los actores del proyecto (fabricantes, gobiernos…) para poder hacer frente a las posibles barreras, como el alto coste de los vehículos o el desconocimiento público.
Por su lado, Mansilla opinó que, aunque el sistema español está preparado ya para un proyecto como el leasing social, se debería plantear la posibilidad de combinar los vehículos eléctricos con los híbridos para facilitar la implantación en la sociedad española, ya que en la actualidad España está «a la cola de Europa» en demanda de vehículos eléctricos.
Joan Herrera propuso que la conversación debería girar en torno a la dimensión territorial (urbano vs rural), la dimensión de renta y una nueva dimensión que es la sectorial, es decir, el que se refiere a los usos del vehículo, como criterio a la hora de conceder el leasing el tiempo de uso real del coche, lo que lo llevó a hacer referencia al sesgo sectorial. Así, propuso favorecer el leasing en zonas rurales, donde la movilidad privada es más habitual, y en zonas urbanas combinarlo con la movilidad eléctrica compartida.
Accesibilidad del leasing social
Sobre la importancia de poner el foco en la difusión y en la accesibilidad del leasing social, Ignacio Rodríguez-Solano, director de la Fundación Renault Group España, compartió la experiencia de la iniciativa “CareMakers”, la plataforma en línea desarrollada por el Grupo Renault en Francia que proporciona información personalizada, confiable y comparativa sobre las ayudas locales a la movilidad, con el fin de facilitar el acceso al empleo en un territorio determinado. Una herramienta muy útil para llegar al objetivo final del leasing social del vehículo eléctrico.
También se resaltó la necesidad, desde el punto de vista financiero, de concretar «dónde estamos poniendo el dinero y hacia dónde queremos ir», en palabras de Jeannette Bain, quien destacó la importancia de que surjan debates como los producidos durante esta jornada para aportar nuevas visiones y solucionar posibles inconvenientes.
Finalmente, Ana Belén Sánchez defendió la necesidad de una «transición justa para todo el sector», por ejemplo, hacia las personas que trabajan en los talleres, los trabajadores de los fabricantes y las PYMES colaboradoras… Pues esta propuesta «no puede venir sola», como afirmó la directora: tanto los diferentes actores como el sector financiero «tienen que cambiar profundamente».