«¡No laves de más!», una iniciativa de AEG para hacer sostenibles los hábitos de cuidado de la ropa
Cuidar nuestra ropa representa uno de los factores clave para asegurar la vida de nuestro planeta. Todos los expertos que hablan de moda sostenible insisten una y otra vez en dejar un mensaje claro: la ropa que más protege el medio ambiente es la que más dura, la que no se desecha, la que más veces puedes ponerte o transformar…
Con un volumen de ventas de 169 billones de euros y con más de 1’7 billones de trabajadores solo en Europa, la industria textil es el segundo sector con más incidencia en el Medio Ambiente y aumenta rápidamente. El consumo mundial textil se ha duplicado desde el año 2.000 y se espera que se triplique en 2.050.
Por este motivo, una de las premisas para «estirar» su vida útil radica principalmente en su cuidado, en cómo la mimamos cuando la usamos y, sobre todo, cuando la lavamos y planchamos… Según un estudio encargado por la multinacional AEG «el 90% de la ropa se tira antes de lo necesario debido a los hábitos actuales de consumo y a unas rutinas antiguas de cuidado de la ropa».
¡No laves de más!
La compañía ha presentado la iniciativa Care Label Project con un contundente lema “¡No laves de más!”. De esta manera se quiere llamar la atención para «cambiar la forma en que se cuidan las prendas, prolongando así su vida y siendo más sostenibles». El objetivo es concienciar y educar a la sociedad sobre los hábitos de cuidado sostenibles y adaptados a las nuevas tecnologías.
Según la encuesta Valuing our clothes realizada por WRAP cada uno en nuestro hogar somos responsables del 25% del impacto medioambiental de nuestra ropa, y simplemente alargando su vida nueve meses más, se podría llegar a reducir su huella de carbono, consumo de agua e influencia sobre el volumen de residuos en torno a un 20-30%.
Para conocer los hábitos de lavado y cuidado de la ropa AEG ha encargado un estudio con una muestra de 6.000 consumidores de Francia, Alemania, Inglaterra, Italia, España y Rusia. La muestra se centró en descubrir los “Hábitos actuales y desafíos”, “Uso y comprensión de las etiquetas de la ropa” y “Percepción de sostenibilidad”.
Costumbres heredadas de padres a hijos
Los resultados más relevantes de este estudio nos dicen que «el 70% de los consumidores heredan los hábitos de cuidado de la ropa de sus padres y un tercio de las personas no los han actualizado» y que sólo «el 7% de los consumidores metería en la secadora sus prendas de seda, lana o cachemir». Además, el «64% afirma que las etiquetas de cuidado son bastante o muy importantes a la hora de decidir qué prenda comprar». Es interesante saber que «el 50% de los encuestados hace caso a las etiquetas, pero 1 de cada 3 personas las encuentran confusas».
https://youtu.be/b0N4SYJq6bc?list=PLNWUPJKX3AHY0H2zTIcP63B2RAIYLnC7J
Desafortunadamente, este crecimiento tiene un precio. La fast fashion está haciendo que la gente olvide cómo cuidar las prendas. Hoy en día, el 90% de la ropa que se tira se hace antes de lo necesario y, al menos el 70%, se debe al desgaste del color y de los tejidos de las prendas. Esto se puede evitar si cambiamos nuestros hábitos de lavado y cuidado de la ropa. Un correcto cuidado de la ropa impacta directamente tanto en la duración de la prenda como en el cuidado del medio ambiente. Con las nuevas tecnologías, se abren nuevos caminos, ya que la mayoría de los hábitos de lavado no se han cambiado desde el año 1950, cuando se introdujeron las lavadoras en la mayoría de los hogares.
Con los datos extraídos del estudio, la multinacional ha iniciado este proyecto para romper con estos hábitos anticuados. El proyecto cuenta con la colaboración de empresas del sector textil, diseñadores, fundaciones textiles y de sostenibilidad, que van a compartir sus ideas sobre cómo poder actualizar los hábitos de cuidado de la ropa y cómo este puede ayudar a mejorar la industria de la moda y su impacto en el medio ambiente.
“Este proyecto es una llamada al cambio, a romper con los antiguos hábitos de lavado y contribuir a cambiar la mentalidad, de la industria textil y de los ciudadanos, y favorecer a que la ropa sea tratada correctamente” comenta Ana Molarinho, directora de comunicación de AEG. “Es un primer paso para el cambio”.
Las etiquetas, fuente de información muy útil
En este estudio se muestra que el 70% de los consumidores heredan de sus padres los hábitos de lavado y más de un tercio, nunca los han cambiado. Esto es muy significativo, en la medida que se sigue actuando igual que en los años 50, sin aprovechar las tecnologías de las lavadoras actuales.
La otra fuente de información de cómo cuidar los tejidos son las etiquetas de la ropa. Más de la mitad de los consumidores afirman que confían en la etiqueta de la ropa para saber cómo lavarla. Sin embargo, las etiquetas son solo recomendaciones y los fabricantes suelen ser muy restrictivos para evitar que los clientes se molesten si estropean su ropa al lavarla. Además, una tercera parte de los consumidores, encuentran las etiquetas confusas. “Los fabricantes ponen “lavar en seco” para no tener ninguna responsabilidad si se estropea la prenda. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la prenda podría lavarse en una lavadora a baja temperatura”, prosigue Ana Molarinho.
“Muchas prendas que encontramos pone “limpieza en seco” y “lavar a mano”. ¿Sabemos qué significa lavar a mano? Pues un gasto de agua enorme y además te va a estirar los tejidos. ¿Y limpieza en seco? Pues el uso de productos químicos con un efecto negativo para la naturaleza y para el propio tejido”, explica Juan Duyos, diseñador de moda y embajador de AEG.
Cómo lavar correctamente la ropa protegiendo el planeta
La mayoría de los consumidores lavan sus prendas innecesariamente a altas temperaturas, ya que la temperatura indicada en las etiquetas muestra la máxima temperatura a la que la ropa se puede lavar. Esto, además, acentúa el desgaste de los tejidos. Y teniendo en cuenta que el concepto de fast fashion o moda rápida se refiere a un fenómeno de producción y consumo masivo que se incrementa a la misma velocidad a la que las tendencias van sufriendo modificaciones, esto provoca una sobreproducción de ropa que incide negativamente en el medio ambiente.
Del estudio ya se pueden sacar conclusiones y consejos muy útiles para ser más sostenibles a la hora de lavar las prendas de nuestro armario
- Los hogares europeos lavan un promedio de 3,2 veces por semana
Si no se ajustan correctamente los ciclos de lavado, el impacto medioambiental es mayor que el de la propia producción de los tejidos. Afortunadamente, esto está cambiando con las nuevas tecnologías.
- Limpiar en seco solo cuando sea necesario
El 40% de los consumidores evitan comprar ropa de tejidos delicados cuando no están seguros de cómo tratarla. Al mismo tiempo, el 38% afirma que suelen llevar estas prendas a la tintorería, sin tener en cuenta que la limpieza en seco implica productos químicos con un efecto negativo sobre la naturaleza y también, en el ciclo de vida de sus prendas. Algunas de estas prendas podrían lavarse en las lavadoras actuales.
- Utilizar temperaturas más bajas
El símbolo de la temperatura de las etiquetas indica cuál es la temperatura máxima a la que se puede lavar. Con las lavadoras actuales es posible lavarla 20-30 grados menos de lo que especifican las etiquetas. Hasta un 60% de la energía se puede ahorrar pasando de 40 a 30 grados. Esto también prolonga la vida útil de la prenda.
- Lavar menos
Con cada lavado, las prendas se debilitan y se incide en el medio ambiente. A veces es suficiente airear la ropa o simplemente refrescarla con un programa de vapor. Cuando se utiliza la máquina, debe hacerse con cargas completas. Con las nuevas tecnologías, las lavadoras son capaces de pesar la carga y ajustar el ciclo a la misma y además tienen programas específicos para tejidos delicados, reduciendo su impacto en la prenda y su impacto medioambiental.
Entrevista Cadena SER
Para conocer más acerca de este tema hemos entrevistado en nuestros espacio de sostenibilidad en SER Madrid Norte y SER Madrid Sur a Ana Molarinho, directora de comunicación de AEG España.
El Mundo Ecológico