¿Afecta el cambio climático a la metalurgia?

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El cambio hacia un futuro con cero emisiones netas de carbono también requerirá grandes inversiones en nueva infraestructura, como proveedores de energía no carbonada

El cambio climático es uno de los problemas mundiales más complejos y urgentes debido a sus posibles efectos y a las políticas y medidas necesarias para hacerles frente.

Ambos son factores que pueden cambiar la biosfera, los modos de vida y el desarrollo económico de la Tierra en el siglo XXI y en adelante. El cambio climático afectará a los sectores extractivos de varias maneras, generando tanto amenazas como oportunidades.

Se esperan impactos biofísicos en la inversión de capital y en las operaciones

La industria se enfrenta a una amplia gama de desafíos ambientales en sus operaciones como resultado de un clima que cambia rápidamente. Las industrias extractivas operan en la «primera línea» del mundo natural, a menudo en ambientes comparativamente extremos y aislados que tienen más probabilidades de sufrir los efectos del cambio climático.

La industria también depende de las cadenas mundiales de suministro de insumos materiales y de exportación de productos.

Estas cadenas son vulnerables a eventos climáticos inesperados y al aumento del nivel del mar lo que plantea riesgos para las operaciones y las cadenas de suministro.

En la industria se están desarrollando modelos de evaluación de impacto para examinar las probabilidades de ocurrencia, quiénes serán afectados, la duración esperada de los impactos y si los impactos afectarán directa o indirectamente a las actividades extractivas.

La competencia de la industria en la gestión y planificación de riesgos debe ser un factor relevante a la hora de desarrollar políticas adecuadas de adaptación y resistencia al clima en las zonas mineras.

Un cambio hacia la energía limpia tiene implicaciones para los productos básicos de los combustibles fósiles

Investigaciones recientes han sugerido que será necesaria una reducción inmediata y radical en el uso de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, para que los gobiernos cumplan los compromisos contraídos en el Acuerdo de París, dejando a las grandes multinacionales con considerables activos de capital inmovilizados.

Sin embargo, aún no están claras las posibilidades de aplicación de las diferentes vías de baja emisión de carbono, ni la voluntad necesaria para cumplir los compromisos.

Inicialmente, es probable que el cambio sea gradual, con el potencial de impactos significativos para finales de siglo.

La mejora de la eficiencia energética y el uso de la captura y almacenamiento de carbono (CAC) representan dos posibilidades para un cambio más gradual de los combustibles fósiles. Esto podría ayudar a reducir los costos y los desafíos asociados con la transición hacia un futuro renovable.

Aumento de los costes de la eficiencia energética y de la regulación de los recursos hídricos y los ecosistemas en las operaciones diarias

Incluso fuera de los combustibles fósiles, habrá una considerable presión reguladora y de precios para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el uso de energía y agua en las operaciones.

Las medidas políticas pueden adoptar dos formas principales: medidas basadas en los precios, como los instrumentos basados en el mercado o los incentivos económicos, e instrumentos de regulación o de mando y control.

Cualquiera que sea la forma que adopten las políticas, la industria tendrá que responder al reto de reducir el consumo de energía y agua. Un número cada vez mayor de compañías extractivas multinacionales ya lo están haciendo, integrando planes de energía más limpia en sus operaciones globales.

Se prevé que el despliegue de la energía renovable en todo el sector minero internacional aumente en el futuro próximo.

Los futuros mercados de productos básicos basados en carbono neto cero

Un futuro de “carbono neto cero” presenta algunas oportunidades para la industria extractiva.

Las tecnologías energéticas de baja emisión de carbono requieren ciertos metales y materiales, como la guillotina metalúrgica, y estas necesidades son mayores que las de las tecnologías tradicionales de combustibles fósiles. Es probable que esto dé lugar a un aumento de la demanda de determinados minerales y metales en el futuro.

El cambio hacia un futuro con cero emisiones netas de carbono también requerirá grandes inversiones en nueva infraestructura, como proveedores de energía no carbonada (por ejemplo, hidroeléctrica y nuclear), tecnologías de energía renovable (por ejemplo, turbinas eólicas y paneles solares), edificios con cero emisiones, vehículos de transporte híbridos/eléctricos y modos de transporte alternativos (por ejemplo, ferrocarril).

Los minerales y los metales desempeñarán un papel clave en la transición hacia un futuro significativamente más bajo en carbono.

Sin embargo, una serie de metales de los que dependen estas tecnologías son cada vez más escasos y tienen pocas posibilidades de sustitución. El aumento del reciclaje de metales puede convertirse en una prioridad para asegurar un futuro con cero emisiones de carbono neto.

El Mundo Ecológico

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