Cómo se observa el cambio climático desde el espacio

Cambio climático NASA desde el espacio

Miles de instrumentos analizan y transmiten datos desde el espacio analizando la evolución del clima en la Tierra

¿Cómo podemos luchar contra el cambio desde el espacio? Después de conocer el demoledor informe de la NASA, la agencia espacial de los Estados Unidos, sobre temperaturas del planeta, debemos mirar más que nunca al espacio para tener una visión muy fiel de lo que está pasando en la Tierra.

Desde el espacio y de otros lugares de nuestro planeta los datos que nos llegan no son muy alentadores. Los científicos de la NASA nos han alertado ya que los cinco años más cálidos desde que se tiene registros han sido… ¡los últimos cinco años!

Este informe nos da pie para lanzarnos al espacio y conocer un poco más a fondo qué se hace desde el cielo para controlar el planeta, el medio ambiente y cómo está cambiando el mundo a causa del cambio climático. En el cielo tenemos ya multitud de satélites que controlan todo tipo de datos de la atmósfera, la superficie terrestre y los océanos. Ya hasta se pueden medir la altura de las olas…

Entre los miles de «chismes» que van por encima de nuestras  cabezas, podemos  acercarnos a algunos de ellos y conocerlos un poco más. Son los satélites que controlan lo que ocurre en nuestro planeta en cuanto a datos que miden los factores ambientales.

Animación NASA

La década más cálida de la historia

La NASA ha recogido todos los registros propios, de la Agencia Meteorológica de Japón, y el Met Office Hadley Center (Reino Unido) y nos muestran datos de un calentamiento rápido en las últimas décadas, y todos apuntan a que la última década ha sido la más cálida. Los científicos de la NASA alertaron de la inmediatez del cambio climático tras presentar datos que confirman que también el último lustro ha sido el más cálido desde 1880, año en el que se empezaron a tener registros meteorológicos fiables y sistemáticos.

“Los cinco años más cálidos han sido los últimos cinco años. Ya no estamos hablando de una situación en la que el calentamiento global es algo del futuro” han aseverado los científicos.

Estos datos también revelan que la temperatura mundial en 2018 fue la cuarta más calurosa jamás registrada, colocándose solo por detrás de los años 2016 (el más cálido), 2015 y 2017.

¿Por qué nos fijamos tanto en la temperatura? ¿Por qué es clave que la temperatura del planeta no suba más de 1,5 grados?

Una diferencia de solo medio grado de temperatura tendría consecuencias devastadoras para nuestro planeta, por lo que cada vez es más urgente limitar el aumento de la temperatura global a un máximo de 1,5 grados centígrados, según ha advertido en su último informe el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC). (y solo tenemos 12 años para evitarlo).

Aumenta la temperatura en Europa

La temperatura global durante el año pasado se situó 0,83 grados centígrados por encima del promedio del siglo XX, lo que significa que el año pasado fue el 42º consecutivo, desde 1977, que registró una temperatura mundial superior a la media.

2018 fue nuevamente un año extremadamente cálido dentro de una tendencia a largo plazo del calentamiento global y los impactos del calentamiento global a largo plazo ya se están sintiendo en las inundaciones costeras, las olas de calor, las precipitaciones intensas y el cambio en los ecosistemas ha explicado la NASA.

La NASA, en su informe, subraya que nueve de los 10 años más cálidos en el mundo han sido registrados desde 2005. El documento destaca que también que gran parte de Europa, Nueva Zelanda y regiones de Oriente Medio y Rusia, registraron altas temperaturas terrestres; mientras que zonas del Pacífico sur y del Atlántico norte y sur también sufrieron temperaturas máximas en la superficie del mar.

En concreto, la temperatura de 2018 en Europa fue la más alta anotada con 1,78 grados centígrados por encima de la media. De acuerdo a sus registros, la temperatura anual del Viejo Continente aumentó a una tasa promedio de 0,12 grados por década desde 1910. No obstante, casi se ha cuadruplicado hasta 0,43 grados desde 1981.

A lo largo de los primeros cien años de registros (de 1880 a 1980), se estableció un nuevo récord de temperatura promedio cada 13 años. Sin embargo, para el período más reciente, entre 1981 y 2018, la frecuencia de un nuevo récord ha aumentado a una vez cada tres años.

Cambio en la rotación de la Tierra

¿Qué ha visto la NASA desde el espacio? Aparte de las temperaturas también se pueden medir desde el espacio los deshielos de los polos. El calentamiento global ha provocado, entre otras cuestiones, el deshielo del Ártico y del Antártico.

La extensión promedio anual del hielo marino en el Ártico fue de aproximadamente 1.300 millones de kilómetros cuadrados y en la Antártida de unos 1.800 kilómetros, es decir, los segundos registros más bajos desde 1979.

¿Puede este deshielo puede hacer cambiar la rotación de la tierra? Según los científicos del Jet Propulsion Laboratory de la NASA y de otros seis centros internacionales más,  la rotación de la Tierra sobre su propio eje es ahora menos estable debido a «una sobrecarga lateral» al aumentar el deshielo de los polos. Imaginemos un plato flotando en el agua con dos montones de tierra iguales en cada lado. ¿Qué pasaría si vamos quitando tierra de un lado? Que la inclinación variaría…

10 metros en un siglo

Imaginemos que, además, hay una corriente en el agua… el plato giraría según la corriente. Al quitar peso de uno de los lados la rotación sería distinta… Pues eso es lo que le pasa a la Tierra girando cada vez más desequilibrada sobre si misma y alrededor del Sol. Todo esto se ha visto desde el espacio y con instrumental en Tierra…

Debido al recalentamiento global la capa de hielo de Groenlandia se ha derretido en un peso equivalente 7.500 gigatoneladas (gigatones) que han ido a parar al océano, afectando la estabilidad de la rotación de la Tierra y haciendo cambiar el eje.

Al analizar las mediciones realizadas durante el siglo XX, se ha calculado que el eje de rotación de la tierra se desplazó aproximadamente 10 centímetros por año, lo que a lo largo del siglo representó cerca de 10 metros. Un desajuste que ser todavía mayor si continuamos consumiendo combustibles fósiles, liberando gases de efecto invernadero y derritiendo los glaciares de todo el mundo.

Foto: Richard Gatley – Unsplash

Estación Espacial Internacional

Y tenemos arriba, muy cerquita de nosotros, tanto que se puede ver de noche a la Estación Espacial Internacional… El año pasado la EEI cumplió 20 años, una misión donde se dan la mano países que en la tierra a veces ni se pueden ver…

La EEI da una vuelta completa a la Tierra cada 91 minutos y recorre en un día más del 90% de las zonas pobladas. Tiene a bordo el ISERV (Investigación Ambiental y Sistema de Visualización), un sistema de imágenes que captó hasta 1.000 imágenes por día. Muchas de ellas han servido para monitorizar desastres naturales en los países en desarrollo y favorecer una respuesta más rápida de los servicios de emergencia en incendios, inundaciones, o erupciones volcánicas….

El hombre del tiempo moderno

Hoy en día, los satélites meteorológicos exploran toda la Tierra, lo que significa que ni una sola tormenta tropical ni un sistema de clima severo deja de detectarse. La detección temprana y las advertencias que proporcionan han salvado miles de vidas.

Estos datos tienen un valor único para la difusión inmediata de condiciones meteorológicas de alto impacto que apoyan la seguridad en la tierra y nos avisan de fenómenos meteorológicos.

Los satélites del tiempo llevan ya 42 años sobrevolando el planeta y dándonos información… Ahora si te metes en la web de la Agencia Estatal de Meteorología – AEMET puedes saber más datos que un hombre del tiempo hace tan sólo 20 años…

Todos tenemos en la cabeza el nombre de Meteosat… pero ahora la red de satélites se llama EUMETSAT y se pueden consultar  las imágenes captadas desde el espacio con su hora… de las últimas 24 horas.

Foto NASA

Centinelas en el cielo

Y allá arriba también tenemos el sistema de siete satélites que están analizando continuamente algunos de los temas medio ambientales que más nos preocupan…

Hace pocos meses se lanzó al espacio el séptimo de los satélites Sentinel, con un conjunto de instrumentos muy avanzados. El Sentinel-3 es probablemente la más compleja de todas las misiones Sentinel porque se fijará en los océanos, medirá la temperatura, el color y la altura de la superficie marina, así como el grosor del hielo.

Estas mediciones sirven, por ejemplo, para monitorizar los cambios en el nivel del mar, la contaminación marina y la productividad biológica. En tierra, esta misión ofrece información para la vigilar los incendios forestales, registrar la forma en que se explota la tierra, observar el estado de la vegetación y medir la altura de ríos y lagos.

Medir las olas del mar

Pero ¿qué otros datos ambientales o biológicos se pueden ver desde el espacio?

El pasado mes de octubre se lanzó el CFOSat,  Satélite de oceanografía China-Francia que lleva instrumentos a bordo que monitorizan las olas en superficie, miden las propiedades de las olas como por ejemplo su dirección y longitud. También obtendrá datos de la dirección y fuerza del viento de toda la Tierra.

Los datos que recoja estesatélitie serán enviados a estaciones de recepción chinas y francesas y se distribuirán bajo demanda a la comunidad científica y de modo automático a las agencias meteorológicas, que los recibirán menos de tres horas después de su adquisición.

Foto Alto Crew – Unsplash

Esto ayudará a realizar predicciones marítimas más precisas, incluyendo la predicción de fenómenos extremos como tempestades y ciclones.

También se encuentra girando alrededor de la Tierra el GGOS 2, el Greenhouse Gases Observing Satellite 2, de Satélite de observación de gases 2, bautizado como Ibuki 2. Es un satélite de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial. Su objetivo es medir gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano) con una precisión de 0,5 partes por millón para el primero y de 5 partes por mil millones para el metano en una rejilla de 500 kilómetros.

También tiene como misión el monitorizar el impacto del calentamiento global y de las actividades humanas en el ciclo del carbono y de paso ayudarnos a entender mejor el cambio climático.

Deforestación a vista de pájaro

Pero es que nos quedan muchas más cosas que hablar en el tintero espacial. No dejamos de hacer un breve repaso a otras “cositas” que hacen los ojos del hombre en el espacio para controlar lo que ocurre en la tierra.

Rápidamente, desde el cielo se controlan desde hace décadas ya el tipo de cultivo que hay en cualquier rincón del mundo. Poseen diferentes tipos de sensores, frecuencias de radiación electromagnética, radar, sonar… que nos dicen si hay plantado maíz, trigo, olivos… Esto es muy importante para saber los usos agrícolas, si hay más cultivos o menos y también si realmente se está cultivando algo que se está subvencionando desde los estados… Se sabe todo prácticamente con pocos metros de error.

Pero también podemos analizar desde el espacio la deforestación en el amazonas o en Indonesia, cómo evolucionan las masas de bosques, el avance del desierto… y poder dar voces de alerta ante vertidos en los ríos y en los mares.

Desde el espacio podemos ver qué ocurre en el mar… También la posibilidad de adivinar dónde van a acudir los bancos de peces o incluso se puede saber cuándo un petrolero limpia sus tanques en el Mediterráneo, si se realiza pesca en algún lugar no permitido…

En definitiva, estamos ante el mayor despliegue técnico jamás visto en el espacio para ver y saber lo que pasa en el planeta tierra… Ahora sólo queda saber utilizarlo bien e informar para frenar el cambio climático.

Lo hablamos en Cadena SER

Todos los lunes nos acercamos a la radio para contar este tipo de temas en el programa Hoy por hoy de SER Madrid Norte y SER Madrid Sur. Conversan sobre el espacio y el cambio climático Nacho López Llandres, director del programa, y Antonio Quilis Sanz, director de elmundoecologico.es

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