Empresas ligadas al Kremlin presionan en Bruselas para que el gas y la nuclear sean sostenibles

10/03/2022. Puerto de Bilbao, Bilbao, Vizcaya, País Vasco, España.rrActivistas de Greenpeace han protestado contra la guerra en Ucrania y han denunciado la relación entre los combustibles fósiles y la financiación y el desencadenamiento de conflictos. rrA bordo de varias embarcaciones, los activistas exhibieron pancartas con los mensajes ‘El gas financia la guerra’ y ‘No a la guerra’ frente al buque Nikolái Urvántsey mientras descargaba gas ruso en el puerto de Bilbao. rrCon esta acción, Greenpeace reitera que la única solución es el fin inmediato de la guerra y pide terminar con la dependencia del petróleo y el gas.rrPasadas dos semanas del inicio de la invasión del ejército ruso contra Ucrania, Greenpeace reitera su rotunda condena hacia esta agresión militar, muestra su solidaridad con las víctimas civiles y aplaude las protestas pacíficas de activistas de todo el mundo contra la guerra. r©Greenpeace/Pablo Blázquezrr©Greenpeace Handout/Pablo Blázquez - No sales - No Archives - Editorial Use Only - Free use only for 14 days after release. Photo provided by GREENPEACE, distributed handout photo to be used only to illustrate news reporting or commentary on the facts or events depicted in this image.

Empresas rusas de energía podrían ganar miles de millones más gracias a la etiqueta ‘verde’ de la UE

Las empresas energéticas rusas Gazprom, Lukoil y Rosatom, estrechamente ligadas al Kremlin, maniobraron en Bruselas para influir en la inclusión del gas fósil y la energía nuclear en la taxonomía de inversiones sostenibles de la UE.

Según una nueva investigación de Greenpeace Francia, sus autores comparan el entramado de influencias con matrioskas, las clásicas muñecas rusas, para ilustrar que estas empresas se escondían dentro de otras para operar.

La investigación también ha revelado que Rusia será uno de los principales beneficiarios de la inclusión prevista del gas y la energía nuclear en la lista de inversiones sostenibles de la UE, lo que dará a Vladimir Putin un mayor poder de negociación sobre la UE y le proporcionará dinero para alimentar la guerra en Ucrania.

Las empresas energéticas rusas se han reunido con comisarios y altos funcionarios de la UE, ya sea directamente o a través de filiales y grupos de presión, al menos 18 veces desde que la Comisión Europea publicó su plan de acción sobre financiación sostenible, en marzo de 2018.

Rusia aumenta su poder geopolítico

Rusia podría ganar 4.000 millones de euros más al año con una expansión de la capacidad de comercio de gasal entrar en la taxonomía, lo que supondría un total de 32.000 millones de euros para 2030.

Por otro lado, la inclusión de la energía nuclear en la taxonomía permitiría a Rosatom, una empresa estatal rusa de energía nuclear con fuertes vínculos comerciales con la industria nuclear europea, asegurarse una parte de una inversión potencial estimada de 500.000 millones de euros en nueva capacidad nuclear de la UE.

La responsable de la campaña de finanzas sostenibles de Greenpeace en la UE, Ariadna Rodrigo, ha declarado: «Gazprom, Rosatom y Lukoil hicieron campaña para que el gas y la energía nuclear obtuvieran la etiqueta de sostenibles de la UE, reforzando el poder geopolítico de Putin y haciendo que la UE sea más dependiente de la energía rusa durante las próximas décadas»

«Es totalmente inaceptable que la Comisión Europea se haya doblegado a los grupos de presión. La Comisión no debe, de ninguna manera, actuar en función de intereses económicos particulares ni nacionales», explica Meritxell Bennasar, responsable de la campaña de Energía Nuclear en Greeenpeace España.

La dependencia de Europa del gas ruso

Rusia suministra actualmente el 45 % del gas de Europa y el 20 % de su uranio enriquecido. El país también presta servicios de mantenimiento técnico en 18 centrales nucleares de diseño ruso en la UE, la mayoría en Europa central y oriental, y almacena grandes cantidades de residuos radiactivos de la UE.

Hasta la fecha, las importaciones de gas fósil, turbinas de gas, uranio y otros servicios nucleares rusos han estado exentos de las sanciones impuestas por la UE a Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania.

La Comisión Europea ha propuesto prohibir a las empresas rusas que contraten en el futuro a empresas de lobby y de relaciones públicas de la UE, pero esto aún no ha sido aprobado por los gobiernos de la UE.

El lobby corporativo ruso

Gazprom ejerció su influencia en la taxonomía a través de su filial alemana Gazprom Germania, que hasta hace poco operaba el controvertido proyecto de gasoducto Nord Stream 2 en nombre de Gazprom.

A través de sus filiales, estuvo representada en el debate sobre la taxonomía en Bruselas por las asociaciones de presión Gas Infrastructure Europe, GasNaturally y la European Clean Hydrogen Alliance. Es miembro del Foro Europeo de la Energía y, también a través de sus filiales, del Club de la Energía de Bruselas.

Hasta marzo de 2022, Lukoil era miembro de BusinessEurope, donde ocupaba un puesto influyente en el Grupo de Asesoramiento y Apoyo a Empresas de BusinessEurope. Esa empresa celebró al menos 11 reuniones de alto nivel con funcionarios de la UE centradas exclusivamente en la taxonomía, mientras Lukoil era miembro.

Rosatom ejerció su influencia en la taxonomía a través de sus profundas conexiones en todos los niveles de la industria nuclear europea, sobre todo con el proveedor de energía nuclear estatal francés EDF, y a través de la empresa conjunta de su filial RAOS Project.

Próximos pasos contra Rusia

Los jóvenes activistas por el clima de Fridays for Future han convocado un Día de Acción europeo para protestar contra el lavado verde del gas fósil y la energía nuclear el 21 de mayo de 2022.

En junio, las comisiones de Asuntos Económicos y Monetarios y de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo votarán sobre la inclusión del gas y la energía nuclear en la taxonomía de la UE en una sesión conjunta.

La votación en el pleno del Parlamento está prevista para principios de julio, en la que una mayoría absoluta de diputados puede rechazar el plan de la Comisión. Greenpeace ha hecho campaña contra el lavado verde del gas fósil y la energía nuclear en la taxonomía de la UE desde que el plan se propuso por primera vez, en 2019.

La sola sustitución de las importaciones rusas de petróleo, gas, carbón y uranio por combustibles similares procedentes de otros Estados, como Arabia Saudí, Estados Unidos o Azerbaiyán, no hará más que frenar la transición energética de Europa y acelerar la crisis climática y de la naturaleza, advierte Greenpeace.

La verdadera independencia energética sólo es posible mediante inversiones rápidas, masivas y socialmente justas en ahorro energético, almacenamiento de energía y aislamiento de los hogares, así como en energías renovables, y una transformación completa del sector del transporte.

El Mundo Ecológico / Greenpeace

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