Investigan reutilizar las aguas residuales de la producción de aceite de oliva para fabricar envases sostenibles
Actualmente la producción de aceite de oliva genera más de 30 billones de litros de aguas residuales a nivel mundial. Europa es el principal productor de aceite de oliva, estando España en la cabecera con el 46% de la producción mundial, por delante de Italia, con el 18% y Grecia, con el 12%, según datos de la organización que promueve su producción, el International Olive Council. A pesar de los beneficios saludables e indiscutibles del aceite de oliva por sus valores nutricionales, el oro líquido tiene su lado menos agradable en las técnicas de producción, que conllevan un impacto negativo sobre el medioambiente, principalmente como consecuencia de los residuos generados.
Desarrollar nuevos materiales con recetas sostenibles creados a partir de desechos industriales es el objetivo de la empresa tecnológica española radicada en Cataluña IRIS Research&Development (IRIS). Como empresa dedicada a I+D+i e ingeniería avanzada, será quien lidere un ambicioso proyecto internacional denominado Oli-PHA. Con él se buscan soluciones para la generación de envases sostenibles a partir de las aguas residuales procedentes de la producción de aceite de oliva.
Castelldefels fue el escenario del proyecto internacional de I+D, del Séptimo Programa Marco de la Unión Europea. Las trece empresas y entidades participantes al proyecto, procedentes de Europa y Suramérica, llevaron a cabo varias sesiones técnicas para definir las fases de trabajo, los objetivos y las responsabilidades de los participantes del consorcio. La empresa IRIS, dedicada a I+D+i, destaca como coordinadora de una investigación que se dirige a encontrar soluciones sostenibles para el embalaje alimentario a partir de las aguas residuales procedentes del proceso de obtención de aceite de oliva. La investigación, que prevé obtener resultados en 2015, cuenta con otras dos empresas españolas aparte de IRIS.
Ante esta realidad, la apuesta de Oli-PHA es clara: aportar una solución sostenible a la problemática medioambiental de la industria del aceite de oliva, partiendo del principio de dar valor a los desechos, transformándolos en nuevos materiales de uso, con nuevas funcionalidades. La investigación que lidera IRIS supone la aplicación de los últimos avances en bioplásticos, biotecnología y tecnologías del envase.
La empresa de I+D IRIS y sus colaboradores, pues, han identificado el potencial del residuo como fuente para la producción de un nuevo biopolímero utilizando microalgas. Según estudios del proyecto, con tan solo el 10% de las aguas residuales producidas anualmente a nivel mundial, se estima que se podrían producir hasta 2.300 toneladas de bio-poliésteres –conocidos también como polihidroxialcanoato o “PHA”– cumpliendo así con la amplia demanda actual de material para la producción de envases sostenibles.
El Mundo Ecológico