El gobierno centroamericano se compromete a realizar «esfuerzos duraderos de conservación marina y una actividad económica sostenible basada en el mar»
Situado en la costa oriental de Centroamérica, Belice es un pequeño país de menos de medio millón de habitantes que destaca por su extraordinaria belleza natural. La joya de la corona es la barrera de coral de Belice, que es el segundo sistema de arrecifes de coral más grande del mundo después de la Gran Barrera de Australia.
Salpicado por cientos de islas bajas llamadas «cayos», el arrecife alberga una vida marina increíblemente rica, que ha contribuido a convertir a Belice en un imán para el turismo. De hecho, la economía del país depende en gran medida del turismo, que en los últimos años ha representado alrededor del 40% del PIB del país y el 60% de sus ingresos en divisas.
Impacto severo del Covid-19 y falta de pago
En este contexto, el colapso del turismo mundial debido a la pandemia de Covid-19 tuvo inevitablemente un impacto devastador en Belice. Su economía se contrajo un 14,1% en 2020. Los ingresos fiscales se agotaron y el gasto relacionado con la pandemia se disparó.
La relación entre la deuda pública y el PIB pasó del 98% en 2019 al 126% en 2020. La capacidad de Belice para vender su deuda externa, en particular sus «superbonos» de 533 millones de dólares de 2034, se hizo imposible.
En 2020, los tenedores de bonos proporcionaron un alivio de tesorería muy necesario para el gobierno al acordar añadir los pagos de intereses del «cupón vencido» a la cantidad total adeudada (es decir, la «capitalización» de los cupones).
Esfuerzos de reestructuración
En 2021, para dar tiempo a que se encontrara una solución de reestructuración, los tenedores de bonos acordaron además ampliar el periodo de gracia para el pago de los intereses del cupón que vencía en mayo.
Tras meses de intensas negociaciones, el 13 de septiembre de 2021, el gobierno de Belice y el comité de tenedores de bonos, del que abrdn era un miembro clave, encontraron finalmente una solución de reestructuración viable. El acuerdo resultante estaba sujeto a una «cláusula de acción colectiva», que requería la aprobación de al menos el 75% de los tenedores de bonos para que el acuerdo avanzara.
El 24 de septiembre de 2021, el Gobierno de Belice confirmó que había recibido el apoyo de los tenedores de bonos, que representaban el 84,4% del importe principal agregado de los bonos, para su oferta de adquisición.
La reestructuración única e innovadora favorece a los océanos
Según los términos del acuerdo, los tenedores de bonos aceptaron reducir el valor del principal (es decir, la cantidad total que debe Belice) en un 45%. A diferencia de los acuerdos de reestructuración de deuda pública, que suelen implicar la emisión de nuevos bonos para los tenedores de bonos existentes, el gobierno de Belice ofreció recomprarlos todos a cambio de efectivo.
Sin embargo, la parte más innovadora del acuerdo fue que el gobierno se comprometió a realizar «esfuerzos duraderos de conservación marina y una actividad económica sostenible basada en el mar». Más concretamente, Belice se comprometió a financiar una dotación de 23 millones de dólares para apoyar futuros proyectos de conservación marina.
La organización medioambiental estadounidense sin ánimo de lucro Nature Conservancy (TNC) fue un facilitador fundamental del acuerdo de reestructuración. El dinero para la recompra de bonos del gobierno de Belice procederá del «Programa de Bonos Azules para la Conservación de los Océanos» de TNC. Esta iniciativa permite que el capital del sector privado refinancie la deuda pública de los países que se comprometen a la conservación de los océanos.
Beneficios para Belice, los inversores y el arrecife
Para Belice, los nuevos bonos azules tienen importantes beneficios adicionales, además de apoyar de forma demostrable la seguridad a largo plazo de su arrecife. Se espera que la Corporación de Financiación del Desarrollo del gobierno de EE.UU. proporcione un seguro contra el riesgo político, apoyando la calidad crediticia de los bonos.
Además, los nuevos bonos azules eliminan el riesgo de tipo de cambio de Belice, ya que los pagos de los cupones se harán en moneda local y no en dólares estadounidenses.
El innovador acuerdo de reestructuración ha sido descrito como un «win-win». Los tenedores de bonos pudieron conseguir un valor de recuperación competitivo, pero con algunos beneficios medioambientales importantes. La condición para la financiación, que está respaldada por TNC, añade una medida de credibilidad de que los compromisos medioambientales de Belice irán mucho más allá de las meras palabras.
¿Un modelo para las futuras reestructuraciones de deuda pública?
Creemos que el ejemplo de Belice puede servir de modelo para futuras reestructuraciones de deuda pública en favor del medio ambiente. Por un lado, es muy probable que otros países menos desarrollados (PMD) con importantes vulnerabilidades medioambientales experimenten impactos económicos que afecten gravemente a su situación crediticia.
Por otro lado, la inversión responsable o ESG es posiblemente una de las tendencias estructurales más importantes en la inversión. Como en el ejemplo de Belice, los inversores en bonos ESG agradecerán la oportunidad de demostrar de forma tangible su voluntad de mirar más allá de los resultados y marcar una diferencia positiva.
El ejemplo de Belice puede clasificarse como un tipo de transacción de «canje de deuda por naturaleza» que podría tener especial relevancia para los PMD con problemas climáticos y medioambientales, como Maldivas, Costa Rica y Sri Lanka. Sin embargo, tampoco es sorprendente que con el tiempo se puedan explorar reestructuraciones de deuda pública innovadoras similares para las partes S y G de los criterios ESG.
Conclusiones
El reciente acuerdo de reestructuración de la deuda pública de Belice consiguió reducir los costes del pago de la deuda. Esto liberó dinero para usos más productivos y ayudó a los gobiernos a hacer frente a los efectos actuales de la pandemia.
Al mismo tiempo, el acuerdo incluía disposiciones vinculantes que deberían ayudar a preservar el medio ambiente marino de Belice. Ante el creciente interés por la inversión responsable, incluso entre los inversores en deuda de los mercados emergentes, creemos que el ejemplo de Belice puede servir de base para otras reestructuraciones de deuda similares que se lleven a cabo con éxito en el futuro.
El Mundo Ecológico / Cecely Hugh, Investment Counsel, Emerging Market Debt, abrdn